¿Estamos Casados?

Dentadura

—¿A—abuela qué dijiste?

—Que quiero un bisnieto. — la mujer demandó y la quijada de los tres jóvenes cayó.

—¡Abuela eso es imposible! —Luhan dio un grito al cielo al escuchar la petición de su abuela.

—¡De ninguna manera! —Minseok negó frenéticamente.

—¿Por qué?— la mayor los veía con los ojos muy brillantes y con las pupilas dilatadas, que si no fuera una anciana a setenta años Luhan podría jurar que está drogada. — Se casaron porque se "aman".— la mujer utilizó sus dedos para recalcar su sarcasmo.

Porque si esos dos querían mentirle pues no la tendrían tan fácil, si bien es cierto que hay un dicho que dice que Del odio al amor hay un sólo paso pues para ella no es algo muy creíble el hecho de que sus dos amados nietos que se odiaban a muerte de la noche a la mañana salgan con su "Abuela queremos casarnos porque nos amamos" justo después de que la anciana haya mencionado que dejaría, incluso si ella continuaba con vida, la mayor parte de su herencia al primero que se casara.

—Abuela Lu, ellos todavía son muy jóvenes, además, aún deben disfrutar de su matrimonio antes de traer un bebé al mundo. —Sejun trató de salvar la situación ya que después de todo, fue él quien sugirió tan brillante idea y sabía que, si la mujer insistía, el par de esposos lo quemarían vivo.

—Sejun, querido, ¿Qué haces aquí? — ante la pregunta de la abuela los tres muchachos trataron duro. —Es la noche de bodas de esos dos.

—¿Eh?

—Sólo vino a traerme unos documentos. — Minseok sonrió ampliamente, pero con el nudo de su garganta persistente.

—Ya veo. — la anciana no se creía ni una sola palabra. — Sejunnie, ya que te gusta trabajar incluso en las fiestas, ven que en mi despacho tengo tremenda columna de papeles. — aquella pequeña mujer se rió entre dientes antes de dirigirse con un Sejun cabizbajo hasta la puerta.

Adiós domingo, Adiós modelos rusas, Adiós vida social, Hola documentación aburrida y desveladas todo terreno. Sejun se lamentaba su suerte y en este punto, piensa que hubiera sido mejor haber mantenido la boca y la puerta bien cerradas para evitar este tipo de situación.

—Adiós "Pequeños".— abrió la puerta antes de voltear a verlos una vez más.— Por cierto, me olvidaba, o tienen un bebé en menos de un año o los dejaré a los dos en la calle.— Se rió tanto que su dentadura falsa por poco abandona su cavidad bucal.— Sé que están muy ansiosos por hacer travesuras esta noche pero no sean tan ruidosos que su pobre abuela tiene que descansar.— Les guiñó el ojo antes de salir dejando a ambos muchachos indignados.

—Mierda...— Luhan dijo sin poder creérselo.

—Remierda.— Minseok apretó los puños porque esto se puso feo.

—¡Es tu culpa! — el más bajo miró al ciervo furioso.

—Mira idiota, ¡Que te jodan! — Minseok con sus dedos hizo una cruz y caminó hasta Luhan.

—¿Q—qué haces?

—Llamando a la parca. —río maliciosamente. —Dice que te extraña.

—¡Mamá! — Luhan corrió asustado por toda la habitación con un pequeño Minseok siguiéndolo muy de cerca.

¿Por qué Luhan se puso así? Eso lo descubriremos muy pronto.