¿Estamos Casados?

Noche de Parca

—Y bien gallina, ¿Ahora qué hacemos?—Minseok preguntó una vez que dejó de corretear a Luhan por la habitación pero sin deshacer la cruz de sus dedos.

—¡Vete al carajo! Primero párale a tu jueguito.— el más alto estaba escondido tras la cama como un verdadero cobarde.— ¡Y dile a la parca que se vaya!

—No sé de qué me hablas.— el bollo se hizo el desentendido acercándose más a él para joderle la bendita paciencia.

—¡¿Quieres que te deje calvo?! ¡Aléjate!—Luhan le gritó desesperado con el corazón en la boca, no es que sea un exagerado pero aún no supera la vez que se perdió y dio a parar en el cementerio, sólo y abandonado, aquella noche él pasó la peor experiencia de su vida pero también aquella noche de su infancia fue dónde conoció a Minseok, aquel cachetón que le hizo creer que un muerto venía por su alma.

—jajaja pusiste jajaja la misma jajaja cara de jajaja aquella vez jajaja.— Minseok sujetó su estómago por lo gracioso que se veía Luhan, apesar de ser, ambos, hombres de veinticuatro años, ellos no se cansaban de maldecirse, aquella rutina era como su pan de cada día.

Luhan estaba realmente furioso así que sujetó su preciado Champagne y lo vacío en la cabeza del bollo que en un cerrar de ojos paró sus carcajadas.

—¡Te voy a matar!— el más bajo gritó antes de hacerle velozmente una llave a su "querido" marido que se resistía dándole lucha.

Fue así como de alguna u otra forma ambos terminaron de bruces contra el suelo.

Tenían sus mejillas apoyadas en la alfombra mirándose retadoramente. — Me las pagarás. —dijo el ciervo tratando de sonar intimidante pero sus ojos lo traicionaron porque poco a poco se iban cerrando del cansancio, sin embargo, de igual forma débilmente alzó la mano tratando de darle un zape a su esposo.

—Sí, sí...—el bollo bostezó muy somnoliento estirando su pierna para golpear a Luhan pero falló en su hazaña. —Cómo digas, oxigenado. — A duras penas atacó antes de tocar las puertas de Morfeo.

Ambos cayeron en un profundo sueño, sin imaginarse, las grandes sorpresas que les tenía el futuro preparado.