Luché contra la corriente para evitar a toda costa vivir aquello que me hacía débil, sin embargo, la vida de nuevo la coloca en mi camino y esta vez no tengo el valor ni la voluntad suficiente para alejarme una vez más de su enloquecedora presencia que me destroza el alma y me hace dudar de la vida que he decidido llevar como una condena perpetua que me mantiene estable.
Haberte conocido y saber que existes es lo que me ha convertido en el cobarde que jamás imaginé podría llegar a ser y tengo que sacarte de mi vida antes de que sea muy tarde para mí. Ver de nuevo tu mirada me demuestra que nunca he dejado de amarte y al mismo tiempo reafirma mi deseo de mantenerme lejos de ti. He buscado tanto la manera de olvidarte en tantos otros brazos que al final solo consigo recordarte con más intensidad.
Ay de aquellos que sufren y lloran, y, ay de mí, que sufro mientras me regodeo con el placer que produce tu piel.
Pon el frío cañón de tu pistola en mi frente y dispara a quema ropa, la muerte no es nada comparado con una vida sin ti a mi lado.