Mamá mueve sus nalgas debajo, y contrae de vez en cuando su abertura para causarme mayor placer.
—¿Papá también te los mordía? —le digo, colocándome uno de sus pezones entre mis dientes.
—Siempre fue muy tradicionalista en la cama.
Lo estiro, mamá jadea, lo chupeteo con la punta de la lengua y se lo suelto.
—¿Eso es un sinónimo de que papá era muy soso?
—Sí… eso…
Muerdo el siguiente pezón y hago lo mismo que antes. Sigo follando a mamá con más fuerza. Ella reacciona a mis acometidas aumentando el volumen de sus “Huuuuuh”
—¿Por eso buscaste a Nacho?
—¡Santi… si continúas me iré!
Refunfuño.
—Lo siento, mami…
Del solo pensar que ese hijo de puta haya estado dentro de ese mismo agujero que ahora estoy horadando yo, me causa repulsión.
—Échate, mi niño —me ordena mamá—. Quiero folla
