Mamá cierra la puerta de golpe. Retrocedo. Sus braguitas negras resbalan manchadas de mi leche y caen al suelo. “Mierda” ¿Qué ha ocurrido? “Mierda” Siento los pálpitos de mi corazón en mis tímpanos. no me creo que haya pasado esto. ¡Qué vergüenza! Mamá me ha descubierto masturbándome, o más bien recién masturbado, con su prenda íntima enrollada en mi m*****o, manchada de mis espermas. Mis pensamientos botan de un sitio a otro. Salgo rápido al pasillo, todavía desnudo, sin terminarme de bañar. Veo la puerta blanca de mi cuarto al frente. Giro la cabeza y me concentro en la puerta que está al fondo, la de mis padres. Mamá seguro entró. No me ha dejado explicarle. Se ha ido. ¿Qué le hubiera dicho de todos modos? ¡Qué momento tan fuerte, joder! Qué fuerte. No sé qué carajos hacer. Cie