—No querrá hablar de ello. – contestó Carlitos guardándose la polla después de que su madre se la dejara como los chorros del oro sin una gota de fluidos.
— Pues tendrá que hacerlo. No puedo dejar que esto pase como si no hubiera ocurrido.
— Y que pretendes con eso?
— No te gustaría que follásemos a cualquier hora sin importar que papá esté en casa?
— Te has vuelto loca? Una cosa es que me pille con la tía y otra es que te folle delante de él.
Alba sonrió pensando en ese plan delirante, pero tenía confianza en que la saldría bien. Tan solo era cuestión de enfocar bien la conversación.
—Voy a darme una ducha. Tengo que volver al trabajo esta tarde.
— Pues yo subiré a ver a Marta.
— Joder hijo, eres insaciable.
— Es que se ha portado bien conmigo, y ayer se quedó con ganas viendo có
