Carlitos no contestó, tan solo fue pasando a otros vídeos mientras su madre miraba de pies tras él como hipnotizada, sobre todo con uno de sexo oral en el que la chica se metía una gran v***a entera en la boca, y otro en el que a otra se la follaban por el culo de una forma brutal. Se tocó el culo inconscientemente pensando lo que dolería eso. No sabía exactamente cuál de ellos la había impactado más, pero lo que si sabía es que había aumentado su excitación. Carlitos no la podía ver sentado frente al ordenador, y Alba se llevó la mano a las bragas para sentir esa humedad creciente. — Cuál de esas cosas te gusta más? – preguntó Alba — Pues todas! – respondió con inocencia, pero ya muy desinhibido. — Pero habrá alguna cosa que te guste más que las demás. — B