— Te los arrancaría a mordiscos! – contestó completamente enajenado.
Alba se giró a la vez que se inclinaba para mostrarle su culazo. Los dos hermosos glúteos se expandieron en la pantalla cuando tiró de ellos hacia los lados para mostrarle la tira de tela que se hundía en la enorme raja.
— Y a éste , que le harías?
— Diosss, te lo reventaría a pollazos! – exclamó ya con una perturbación total.
Víctor no se pudo controlar más, y al momento su polla expulsaba varios chorretones de semen que acabaron sobre la mesa donde tenía la pantalla.
— Ummm, que rico debe de estar eso. — Susurró Alba desde su habitación a la vez que se daba un par de azotes sobre las nalgas.
En ese momento oyó la voz de Carlitos a la vez que aporreaba sobre la puerta.
— Mamá! Ma
