Reme se pasó la mano entre los muslos bajo la mesa sin que Alba lo pudiese ver. Estaba pensando con rapidez pero la respuesta a la proposición de Alba no llegaba y ésta decidió animarla más.
— Creo que te gustaría, y además de darte un homenaje, te vengarías de Víctor.
Reme siguió pensando sin atreverse a dar una respuesta y Alba decidió irse.
— Bueno, me tengo que ir a casa. Te dejo mi teléfono por si te decides.
Alba se marchó sin esperar a que Reme se levantase y se fue a su casa. Su mente cambió el chip pensando en Sonso y Carlitos. Conociendo a su hermana seguro que le habría sacado hasta los higadillos.
Cuando llegó a su casa vio a Conso espatarrada sobre uno de los sillones completamente desnuda con un whisky en una mano y un cigarro en la otra.
— Pero qué
