Analu
Caray, me miro en el espejo y estoy vestida para matar. Quiero ver qué dirá mi linda abuela al verme vestida así, y un detalle, estoy completamente de n***o, el único color en mí son los labios rojos. Me pongo la capucha del coraje y salgo de mi habitación. Y ahora tengo que encontrar a mi abuela que tan pronto como me vea, soltará la primera piedra.
—¡Dios Padre!, ¿a dónde vas vestida como una pantera negra? —me evalúa visualmente
Como no soy tonta, ya había preparado algo.
—Una fiesta de disfraces de la amiga de Nay, Abuela.
Otra de sus especulaciones y al fin la aprobación.
—Ten cuidado, hija, no lastimes a ningún gatito por ahí. Y si sucede, nunca olvides el condón.
Me echo a reír, porque ella me habla como si fuera una niña que acaba de descubrir el sexo. Y siendo sincera
