Analu
Dejo fuera de la maleta unos vaqueros, mis zapatillas blancas, una blusa de tirantes azul y una braguita. Me siento al borde de la cama, jugando con mi celular mientras espero que Santiago salga del baño. No quiero enfrentarlo antes de tiempo, porque conozco muy bien mis impulsos y sé que no podría contenerme y eso solo causaría grandes problemas. Y lo último que quiero es empezar mi año con discusiones o peleas con alguien que ni siquiera sé quién es ni qué representa en mi vida.
Permanezco pensativa cuando se abre la puerta del baño y veo que él sale de manera deliciosamente provocativa. Santiago lleva una toalla atada a la cintura, el cuerpo cubierto de algunas gotas de agua y el pelo despeinado y mojado. Pasa por mí con su mirada de siempre, pero ni siquiera me saluda y yo, con
