[MAIA] Las horas de vuelo se me han hecho eternas, y es que Samuel en un afán por hacer conversación lo ha intentado todo hasta que finalmente me coloqué los auriculares y me puse a escuchar música. Afortunadamente ahora estoy sola en el pent-house que tiene mi familia en esta ciudad y a pesar de todo lo malo que sigue dando vueltas en mi cabeza, encuentro algo de paz al salir al gran balcón. La vista de la ciudad es hermosa, y el aire que se respira está lleno de tranquilidad. —¿Qué voy a hacer ahora?— Me pregunto a mí misma. Las posibilidades son inmensas, pero al mismo tiempo me siento limitada emocionalmente. No cabe dudas que la vida puede darte golpes muy duros cuando así lo quiere. Se supone que debería estar agotada, que entre el viaje y el cambio de horario ya debería estar en