Una vez que las miradas de la familia Seyzer se encontraron, Amanda solo pudo sentirse incómoda, ya que no comprendía la razón total de la actitud de Harmon hacia su madre. Aunque quiso preguntar más allá, supo que no era el momento ni el lugar para hablarlo, pues cualquiera podía escucharles mientras estaban allí. ─Solo quería asegurarme de que estaban bien, no hace falta que me trates así─ respondió la mujer, luciendo casi ofendida, pero dentro de sí sabía cuáles dotes de actriz tenía. ─Claro que hace falta, le pedí expresamente a padre que no te trajera de nuevo por aquí─ ─Qué bueno que no sabe dónde estoy─ dijo ella, con un tono burlesco que solo hacía enfurecer más al alfa, coloreando sus mejillas de un rojo intenso. Solo hasta ese momento, Amanda cayó en cuenta de que el hombre