—Tyler.
Caminaba entre el frondoso lugar que parecía ser tan mágico, me habia dado cuenta que donde estábamos era un sitio tan surrealista que solo acrecentaba lo que significa belleza natural. Un hermoso sitio para descansar y pensar. Desde la distancia note a Tyler asi que decidí acercarme. Decidí buscarlo pues Kai me propuso que diéramos un paseo por el alrededor para conocer el sitio. Al llegar a su lado notaba que Tyler y Cristian me escudriñaban con detenimiento, se sentía una muy leve tensión que me hacía sentir ligeramente incomoda.
—Ratoncita ¿te perdiste?
—Mmm —rodaba ligeramente los ojos— no, solo venía a buscar a Tyler para ver un poco el área.
—Si quieres yo puedo darte un pequeño tour —sonreía con amabilidad acercándose a mi.
—Aprecio tú propuesta, pero me gustaría que mi novio me diera el tour—enfatizaba en la palabra novio sonriendo de manera fingida retrocediendo levemente a su cercanía.
Mis ojos se sostenían en Tyler, no sabia porque mi corazon me decía que el necesitaba eso. Me acerque a el sonriéndole con ternura, pero el no respondía, su vista estaba perdida, su alma pareció abandonar su cuerpo, detenido en el tiempo sin responder. Paralizado como si esperara algo que lo sacara de su transe. Con delicadeza le tome de la mano, reacciono a mi contacto como si yo era la llave para traerlo a la vida.
—Mi amor, te estaba hablando ¿Quieres ir a pasear un rato?
Mi rose de mi piel junto al simple apodo cariñoso pareció traer a Tyler de su mar de confusiones. Su mirada se sostuvo en la mía como si me hubiera esperado por tanto tiempo. Me mostro una de las más enternecedoras sonrisas que vi jamás. Mientras nuestros ojos se mantenían en una manera electricidad que ya parecía parte de nosotros estremeció mi cuerpo, todo en nuestro alrededor desapareció, solo estábamos el y yo. El tiempo pareció detenerse lo suficiente para mirar sus hoyuelos en su sonrisa.
—Ya veo, bueno, nos vemos después ratoncita.
Una voz algo seca nos hizo romper el hechizo donde habíamos estado. Por el rabillo de mis ojos lo note alejarse mientras elevaba una de sus manos, pero lo que sentía en la mano de Tyler lo delataba. Se sentía tenso, sus ojos acaramelado parecían dos brazas encendida que contemplaba a Cristian alejarse como si quisiera asegurarse que se marchase completamente.
—¿Todo bien?
—Si, Danielle ¿Por qué preguntas?
Respondió mientras continuaba mirando el camino ya vacío por donde se fue Cristian.
—Te noto algo alterado ¿Paso algo entre ustedes?
Mi pregunta hizo que sus ojos se posaran en los míos. Notaba una neblina sentimental recorriéndolo, inhalo con tanta fuerza como si quisiera llevar todo el aire limpio a sus pulmones, y tras de esto exhalo.
—No, no paso nada importante ¿Me buscabas?
—Si, Kai me propuso que paseáramos.
—Si te dijo eso significaremos que descansaremos un buen rato —rodo levemente sus ojos— apostaría todo que lo hace por Maggie, ella se la paso insultando de que estaba cansada —rio algo burlón— ella es una chica de ciudad asi que me sorprende un poco que este aquí, además de que seguramente hará un muñeco voodoo de Kai esta noche por traerla aquí.
—Tu amiga es….
«Una bruja»
«Una venenosa»
«Cruel»
—Diferente—termine la frase.
—Lo es, es algo extraña porque demuestra su cariño cuidándote, pero como no se sabe expresar termina diciendo palabras sin sentimientos.
—Creo que ella debería tomar terapia para eso.
—No entres por ese tema darling(Cariño) —rio levemente— mi hermano Jonathan se lo propuso y ella casi lo mando al hospital auditivo pues no paro de insultarlo.
—cambiemos de tema —hice un leve puchero— quiero caminar contigo, para eso vine.
—Como diga mi reina.
Canción: Te amo y punto por: Chayanne
Un tacto más relajado por su parte me guiaba por el sitio. Caminábamos un rato hasta encontrar varios árboles frutales entre ellos a un árbol de mango, el bajo uno de los frutos que parecían más apetecibles para mi recostándonos del árbol. Ambos mirábamos a la distancia sintiéndonos relajados, totalmente exhorto con la belleza del lugar.
—Danielle—su tono tan delicado acariciaba mi piel.
—¿Si?
—Le prometí a Kai que confiaría en ti, que me comunicaría contigo, el y yo hemos tomado muchas horas donde termino gritando porque siento que quiero que me haga magia y desaparezca mis inseguridades de la noche a la mañana —rio levemente— Por eso, quiero hablar esto contigo.
El se sentaba debajo del árbol algo que yo también hice. Con una leve mordida le hacía un orificio a la piel del mango comenzando a abrirlo.
—Quiero confiar en ti.
Su voz pareció temerosa llena de incertidumbre, miedo, inseguridades. Yo aun pelando el mango recostaba mi cabeza de su hombro.
—Lo harás —sonreía levemente pelando aun mas mi mango— pero no puedes esperar confiar en mi de la noche a la mañana, tú tienes años peleando con tus demonios —miraba hacia arriba notando las hojas del árbol moverse— Tyler, tu me gustas mucho, siento que eres algo que no podre conseguir en esta vida por eso estaré aquí contigo cuidándote y asegurándome de que puedas recuperar tu confianza en alguien —miraba el mango sonriendo— yo te ofrezco todo mi corazón, mi fidelidad, te esperare todo el tiempo que sea necesario para que confíes en mi —volteaba levemente el rostro para observarlo.
Su mirada llena de serenidad denotaba lo que su alma sentía. Antes, habia una nebulosa mirada tan perdida y confundida que me daba entender que el necesitaba mi apoyo mas que nunca para atravesar esa tormenta ¿Podríamos hacerlo? Si. El me habia demostrado en solo unos pocos días ser lo que yo buscaba ¿Era eso producto del enamoramiento? Tal vez, pero no quería pensar que era simplemente el estado de felicidad de empezar una relación, quería pensar que era todo para mí. Mientras comía mi fruto, en silencio volvía a recostarme del mientras el me abrazaba con un brazo escuchando una sonrisa algo ronca.
—Mi madre te va a adorar.
—¿Eso crees?
—Si, tienes un no se que tan bonito que cuando mi madre te vea le vas a encantar —sonrió levemente— aunque te pondrá a hacer repostería.
—¿Repostería?
—Si, ella hace eso por diversión.
—Bueno —lo miraba de reojo— ya tengo un motivo para aprender a hacer más postres.
Para nosotros estar bajo a ese árbol de mango solo dejándonos acariciar por el viento fue un momento eterno. El retiro que estaba rodeado de árboles y playa se había vuelto en nuestro paraíso personal. No teníamos dolor, no teníamos pesares ¿de verdad quería regresar a New York? Quería hacerlo, tenía que hacerlo pues allá estaba mi vida, pero fue allí un ligero sentimiento de temor me envolvió ¿Todo habría cambiado o seguiría igual? O se habría convertido en un mounstro que se incrementó listo para acabarme. Me tense levemente algo que mi amado príncipe pareció sentir. El solo giró levemente su cabeza dándome un suave beso en mi cabello.
—No sé qué estás pensando campanita, pero yo estoy aquí contigo.
Sus palabras se convertían en el ungüento de mis ideas psicológicas, lo adoraba. Totalmente relajada junto a el solo me mentalice que seguiría su consejo, si sentía que tenía razón lucharía contra todos y todo, me volvería una guerrera, la guerrera que siempre quise ser. Y en el punto de mi desfragmentación emocional me di cuenta de algo, el y yo teníamos esa conexión inexplicable. Éramos la mejor versión de nosotros a nuestros lados, fuerte pero también nos podíamos mostrarnos débiles, vulnerables, teníamos esa confianza incomprensible, sin explicación, de saber que ambos luchábamos contras nuestros miedos, pero teníamos el apoyo del otro además de que sabíamos que nosotros no nos juzgaríamos. Nos aceptábamos tal y como éramos, heridos, sabia muy dentro de mí que podríamos dar más, que siempre estaríamos aquí.
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Habíamos regresado de la larga caminata donde yo decidí tomar un descanso en mi cabaña aprovechando que Mimi no quería hacer nada. Tyler se había ido a ayudar al señor Harry a hacer las compras de todos los del campamento. Mientras le daba de comer a Piggy escuche la puerta de mi cabaña sonar.
—Piggy comete todo, para que seas grande y fuerte.
Acariciaba suavemente su cabecita escuchándolo gruñir levemente. Al ser una chica de granja tenerlo me hacia sentir un poco en mi hogar lo cual me hizo sentir mas cómoda. Me dirigí a la puerta notando a una rubia con unos labios tan carmesís que podrían competir con la sangre. Automáticamente mi cuerpo se puso con las defensas altas, cruce mis brazos, y mi mirada que usualmente era relajada, plausible se endureció como el diamante.
—¿Qué quieres?
Con delicadeza bajo sus gafas de sol dejando entre ver sus felinos ojos azules, bajaba esas gafas hasta llevarla a la altura de sus labios, sonrió de una manera tan enigmática llena de secretos donde sabía que si la dejaba entrar seria como dejar entrar al diablo en donde vivía.
—Tranquila chica, no te estreses solo vengo en son de paz….esta vez.
—¿De paz? —deje escapar una leve risa incrédula— lo dudo mucho.
—Hablo en serio, la primera vez que te vi pensé que Tyler solo andaba loquito por tu culito por ser joven, pero me equivoque —llevo una de las patas de su gafa a sus labios— ¿Puedo entrar? Sera rápido, lo prometo.
—No —taje de una— no quiero nada contigo.
—¿Ni aunque sea la mejor amiga de Tyler? Si están saliendo ya podrías considerarme tu cuñada —dejo escapar una
indescriptiva sonrisa.
«Danielle, ni te atrevas»
Mi piel se erizaba algo que evite acariciando mis brazos levemente con mis manos.
—Lo siento, preferiría que si quieres decirme algo sea aquí, no quisiera tener una cuñada toxica, asi que paso.
—Jo —alzo una leve ceja sonriéndome— así que la pequeña leoncita si tiene garritas —relamió levemente sus labios humedeciendo su pintalabios— bueno como veo que estas a la defensiva iré al grano, quiero que termines con Tyler.
Mi cuerpo se enderezaba, mis ojos se dirigían oscurecían mientras todo mi cerebro entraba en modo de ataque.
—No lo hare, y si eso era todo lo que venias a decirme ya puedes irme.
Me propuse a darme la vuelta para cerrar la puerta cuando esta prosiguió.
—¿Qué me dirías si te digo que Tyler tiene tanta mierda que puede arruinar aun mas tu reputación? —se escucho una leve sonrisa— un pajarito me dijo, que has sufrido mucho…y has luchado para limpiar tu muy bonita, y preciada reputación, lo cual déjame decirte esta funcionando pero…. ¿A que costo? Dejarías que un hombre al que apenas conoce…. ¿te vuelva a hundir? ¿Lo podrías soportar?
Mi cuerpo se paralizo mientras pensaba. Escuche unos pasos detrás de mi sintiéndola a ella mas cerca. Sus susurros como un alacrán a mi lado listo para picar comenzaron.
—¿Qué pensarías si te digo que alguien está esperando por el afuera? ¿Podrías aguantar? No me vengas con la típica excusa de mi amor y yo lucharemos, porque créeme abra mucha agua que remar.
—Eso no me importaría—murmure levemente.
—Eso es lo que dices ahora —sonrió con descaro—sé que tu novio te voto por otra…muy triste…pero entre compañeras sé que los hombres son infieles por naturaleza, así como tu noviecito se buscó a otra.....se repetirá, te demostrare que todos caen, incluso Tyler.
Mordía mi labio con fuerza obligando a mi cuerpo a girarse. Respiraba agitada, obligue a mi cuerpo a decir las palabras que usualmente no decía.
—Eres….e.res……eres…..eres una perra sin corazon —decía por fin intentando no llorar tras insultarla— maquiavélica ….bruja…….yo creo en Tyler y se que el no estaría contigo…. ¡No con una puta como tu!
Mi corazon iba a la carrera, seguramente mi ángel y mi diablillo de la moralidad estaban felices porque estaba hablando. Meses atrás hubiera recibido todo sin decir nada.
—Vaya vaya…..leoncito….tu novia me agrada —pareció hablar sola retrocediendo mientras cruzaba sus brazos—sabes, me caes bien y por eso quiero prevenirte pesares y si tengo que acostarme con Tyler para que se aleje de ti y demostrarte que todos son iguales, lo voy a hacer—su sonrisa se curvo hacia a un lado— Hasta luego Danielle.
Y asi como esa alacrán llego se fue, pero lo que nunca pensé era sentir en mi corazon dudas, miedo, pánico….confiaba en Tyler ¿De verdad confiaba en el?
—Danielle, no le des el gusto a esa venenosa, no vale la pena.