Ellos estaban en la parrilla, mágicamente aparecieron unos sillones de exteriores o será que yo no los vi. Ahí estaban los tres charlando y tomando cerveza mientras cocinan. Nosotras nos adueñamos de la cocina, estaba enamorada de ella, tenía todo lo que yo quería tener. Guardamos las cosas que compro Iván pero no entraba en las alacenas, así que le pregunté a mi abuela donde iba a meter lo demás. "Hija, esa puerta que está ahí es un almacén. Ahí adentro tienes estantes ¿No habías entrado todavía?" dijo mi abuela. La verdad ni me percaté de que había una puerta, ya que estaba pintada del mismo color de la pared. Al abrir me encuentro con un hermoso lavarropas ya instalado, una secadora y estantes en todas las paredes. Y una heladera de super para bebidas y alimentos. Pensó en todo, esta