—Ya sé que te lo dije anoche, pero vale la pena repetirlo. Estoy tan contenta de que nuestro Alex te haya encontrado, querida. Alex me preocupaba tanto —dijo Kate al detener su Mercedes plateado en el aparcamiento del elegante centro comercial de Saguaro Valley.
Bella no se imaginaba lo que esa orgullosa y elegante señora sentiría si supiese la verdad sobre ella. Sentía que no se merecía en absoluto esa extravagante salida de compras.
—Gracias —dijo—. Espero cumplir sus expectativas.
Kate sonrió y sus ojos azules se iluminaron de alegría.
—Seguro que sí, querida, seguro que sí. Ahora, vamos a divertirnos un rato.
Cuanto atravesaron las puertas acristaladas para entrar al centro art noveau, Kate alargó la mano para que Bella le diese la suya.
—Permíteme que le eche otra mirada a ese d
