Narra Hannah.
-Mierda-
Le escuché decir a Laila.
-¿Qué pasa? - me desperté.
-Ya es muy tarde, tenemos que irnos, quede de verme con alguien a las 7 y ya son las 9, ¡Andrea despierta! - Le gritó a Andy.
- ¿Y ese "Alguien" es un hombre? - Dijo Andy algo dormida, divertida y sentada en su cama, yo solo rodé los ojos.
- ¿Eso importa? - Dijo Laila mientras se apuraba.
-Solo era curiosidad-
-Sí, es un chico, bueno tres, a los cuatro nos recogieron juntos, ¡Deprisa!
-Bueno me llevas ventaja ya tienes a 4 chicos- Dijo Andy algo divertida.
-Solo son… compañeros cercanos, quizá amigos-
-¿Solo amigos? - Le siguió cuestionando Andy.
-Si con eso te vas a apurar, sí solo amigos-
-Bueno tendrás que presentarlos entonces-
-Hanna ayúdame a que se apuré o la mato-
-Vamos Andy, no quiero que mueras- la tome de la mano para jalarla y que se apurara.
Las tres nos arreglamos rápido y solo tomamos un yogur bebible mientras caminábamos hacía la explanada y vaya que se nos hizo tarde, las filas ya eran muy cortas, menos de cinco personas había en cada una. Rápidamente nos formamos con la profesora Emilie, ella tal vez no nos regañaría como los demás profesores.
- ¿Ves a tus amigos? - Le preguntó Andy a Laila.
-No… Ellos dijeron que vendrían temprano, espero encontrarme con alguno en un grupo.
-Ayer ya no me dijiste que hada te gustaría ser- Le dije a Andy.
-Bueno es que la verdad no me importa, cualquiera está bien-
-Y por eso no te tardaste en la mañana- Le dijo Laila.
-Lo siento- Sé disculpó Andy.
Era turno de Laila y por suerte le tocó ser un hada nocturna.
-Me tengo que ir- nos dijo mientras le entregaban sus documentos.
-¡Nos vemos!- Nos gritó mientras corría hacia su grupo. Pude ver que cuando salía una nube blanca en el agua se formaban figuras y estas variaban de acuerdo a su don.
Andy seguía y su don resultó ser psíquica.
-Como mi madre- Dijo Andy mientras volteaba a verme, le entregaron sus hojas y me esperó, yo ya era la última.
Yo también esperaba ser el mismo tipo de hada como mi padre. Le di uno de mis cabellos a la profesora.
- ¿Se les hizo un poco tarde no? - Me dijo la profesora antes de verter el cabello que le había dado.
-Solo un poco- Le sonreí.
La nube empezó a formarse, no puedo ocultarlo, sí estaba emocionada.
-Tiene que ser una maldita broma- pensé.
En la maldita nube apareció un corazón. -Esto no puede ser cierto- dije casi sin voz, no podía creer que fuera un hada del amor.
-Felici… - dijo la profesora antes de que la interrumpiera.
- ¡No! - le dije a la maestra, me sentí mal después. Y Andrea se sobresaltó.
-Lo siento, no quería gritar, pero cree que pueda hacer la prueba una vez más, pero está vez quiero que usted me arranque el cabello-
-De acuerdo, pero te advierto que no creo que cambie y sii no cambia tendrás que ir a formarte con los demás de tu grupo-
Esperaba que eso no pasará, la profesora me arrancó uno de mis cabellos y lo vertió nuevamente, aún tenía una esperanza.
Pero todo terminó mal, no cambió la figura.
-Me rehusó a creerlo, tal vez, es porque soy la última y el agua ya no funciona- Le dije a la profesora -Si pudiera cambiar el agua… -
-Hicimos un trato- Me dijo mientras me daba mis documentos -Ahora ve con tu grupo- Me dijo la profesora algo molesta y señalando el grupo que tenía un banderín con un corazón, era la primera vez que veía a la profesora molesta y debo admitir que si daba algo de miedo. Me fui caminando algo enojada, pero triste al mismo tiempo, no sé cómo explicarlo. Andy fue amable conmigo, me puso su brazo en el hombro y me acompañó hasta mi grupo, yo seguía caminando con la vista en el suelo y sin poder creerlo, ahora sí que creía en el karma.
-Lo siento mucho Hannah, pero creo que puedes ser una gran hada del amor, solo necesitas averiguar más de él-
-No, algo debió salir mal, iré con la directora en el almuerzo, quizá me dé una razón por la que pudo haber fallado el agua mágica-
-¿Y si no fallo? - Me preguntó Andy.
-Pues haré lo posible por averiguar cómo irme de aquí, no pienso ser un hada del amor- estaba muy molesta en ese momento.
-De acuerdo, pero mientras ve a tu grupo- Me dijo Andy.
-Está bien, gracias- Le dije y ella solo asintió. Sabía que me tiraba de loca, pero al menos era amable conmigo, ella se marchó a su grupo y yo me acerqué más al mío.
-Bueno creo que eres la última ¿cierto? - Me dijo una chica pelirroja, la cual me veía de arriba a abajo, supuse que era mi tutora, recordé que ya la había visto bajando de aquella camioneta.
-Sí, soy la última-
-Bien te estábamos esperando, mi nombre es Dafne y seré tu nueva tutora, ve a sentarte.
Había algo en ella que no me gustaba, en primera porque me había barrido con la mirada y en segunda parecía que yo le caía mal, aunque no sabía el porqué.
Me senté en la única silla disponible.
Mi padre tenía razón, eran muy pocas hadas del amor bueno éramos, de cien personas terminamos siendo como 15, con razón no no dan a basto 15 por año es una locura, aunque sabía que hay más escuelas aún así es muy poco. Estaba pensando en eso cuando vi que algo pasaba y resultó que Dafne había hecho que sus alas aparecieran, después voló un poco alto para que todos pudiéramos verla y enseguida empezó a hablar, sin ningún micrófono y al igual que la directora, su collar brillaba con intensidad, aunque no se escuchaba tan fuerte, solo lo suficiente para que la escucháramos.
-Bueno, a las hadas se les distingue su don por su cristal- Dijo presumiendo el suyo. -Y por si se preguntaban las alas las obtienen cuando son lo suficientemente buenos, como yo- Ahí estaba la tercera razón por la que no me agradaba, era muy presumida.
-Pero bueno, como aún no obtienen sus cristales, se les entregará un gafete con el símbolo de su don-
Dafne tronó los dedos e hizo que aparecieran los gafetes al lado de cada uno, todos con un corazón marcado.
-Y si son tan buenos como yo, obtendrán sus cristales para fin de año-
-Creo que no soy al único que le cae mal- Me dijo un chico con cabello castaño oscuro y ojos color miel.
- ¿Se nota que no la trago?-
-A mil kilómetros-
Me reí ante su comentario.
-Me llamó Daniel- Dijo el chico dándome su mano para estrecharla.
-Soy Hannah- Estrechamos las manos.
A pesar de quien era quien me dio el recorrido, Daniel me ayudó a que se me hiciera ameno y agradable, también me ayudó a olvidarme por un momento que era un hada del amor, lo cual me causaba asco y horror.
-¿Y te llevas bien con tus compañeros de cuarto?- Le pregunté en cuanto terminó el recorrido.
-Pues si… a los tres nos trajeron juntos y me la paso bien con ellos.
-¿Tendremos las mismas clases hoy?- Le pregunté.
-Pues no lo sé, hay que checarlo- Ambos vimos nuestros horarios y resultó que solo teníamos la primera clase juntos.
-¿En ese caso, no quieres ir conmigo y mi otra compañera al almuerzo? Le pregunté.
-No muchas gracias, quedé con mis compañeros que nos veríamos ahí-
-De acuerdo-
-Pero si quieres puedo acompañarte hasta con tu amiga-
-No gracias, tengo que ir a ver a la directora antes-
-¿Puedo preguntar por qué?
-Pues no quiero y no creo poder ser un hada del amor y supongo que el agua se equivocó o algo pasó-
-¿Tan mal te caigo que no quieres ser un hada del amor?- Me dijo Daniel algo divertido.
-No es eso- le dije sonriendo -Es solo que no creo en el amor y pensar en que tendré que ayudarles a otras personas a encontrarlo… No lo sé, me siento hipócrita-
-Bueno creo que el amor puede representarse de muchas formas, respeto tu opinión y creo que no eres hipócrita. Pero si creo que puedes ser un buen hada del amor-
-Gracias Daniel, me levantas el ánimo, nos vemos en clase-
-De nada, ahí te veo-
-Si, suerte-
-Gracias, de nuevo- Daniel me sonrió y se alejó hacia la cafetería. Me caía bien.
Ahora tenía que hablar con la directora, Andy dijo que me acompañaría aunque me negué diciéndole que mejor comiera algo, pero ella no quiso y ya me estaba esperando cerca de la oficina de la directora.
-¿Y, quién era tu nuevo amigo?- Me dijo Andy divertida.
-Sé llama Daniel y creo que aún falta mucho para considerarlo amigo, ¿por qué preguntas?-
-Solo tenía la duda, no se ve nada mal-
-Estás loca, bueno deseame suerte-
-Suerte, pero recuerda que si no sale bien no vayas a hacer un alboroto, podrían quitarte el don-
-No quiero que me quiten el don, toda la vida he estado esperando que me suceda algo increíble, esta es mi oportunidad, pero definitivamente no quiero perjudicar a otros-
-¿Y cómo podrías perjudicarnos?-
-Pues sabes que no creo en el amor y si le consigo una pareja a alguien le arruinaré la vida-
-O tal vez se la mejores, como sea creo que primero tienes que tener más claro lo que es el amor, no todo es amor de pareja-
-Creo que eso intentó decirme Daniel, bueno en fin… entraré antes de que se haga más tarde-
-Suerte y no tardes, muero de hambre-
Toqué la puerta antes de entrar, - Pase- escuche que me dijo la directora. En cuanto entré vi que estaba ocupada escribiendo, entendí que estaba ocupada así que intenté no tardarme tanto preguntando.
-Buenas tardes directora, disculpe que venga a molestarla pero… -
-¿Eres Hanna Brown?- me contestó ella.
-Si- me sorprendió su rapidez, se veía que no le gustaba perder el tiempo.
-La profesora Emilie me comentó tu asunto Hanna-Me dijo volteando a verme. -Quiero decirte antes que nada que tu padre fue uno de los mejores estudiantes que hemos tenido, con respecto a tu caso, me temo que no puedo hacer nada, no puedes cambiar tu don de ninguna forma y no intentes buscar una solución porque no la encontrarás, el agua nunca se ha equivocado a pesar de su utilidad, como en tu caso que fuiste la última, esa agua proviene de una cascada y si pusieras uno de tus cabellos en la mismísima cascada no cambiaría tu don-
-Entiendo profesora- Le dije a la directora algo triste. - Es solo que no creo ser un buen hada del amor, nunca lo he experimentado-
-Dime mi niña ¿Que no amas a tus padres?-
-Si los amo, pero tengo entendido que ayudó a los otros a encontrar otra pareja-
-Bueno pues tu padre no supo explicarte bien-
-¿A qué se refiere?-
-Pues no es simplemente encontrar pareja, también es encontrar ese amor entre padres e hijos, de los hermanos e incluso de los amigos-
Me quedé en silencio por unos segundos razonando.
-Te propongo un trato- Me dijo la directora.
-Si resulta, que lo dudo mucho, que no seas una buena hada del amor yo misma te regresaré con tus padres, aunque la verdad yo creo que serás una excelente hada-
-Acepto el trato y muchas gracias directora-
-De acuerdo, ahora vete a almorzar algo o no podrás resistir tus siguientes clases-
-Gracias, hasta luego- Le dije antes de salir de su oficina.
-¿Y qué pasó? - Me dijo Andy en cuanto salí.
-Te cuento en el almuerzo, porque yo también muero de hambre-.
Andy y yo nos sentamos afuera, nunca vimos a Laila.
-Pero no me piensas dejar sola ¿Verdad?- me dijo Andy en cuanto le conté.
-Pues no me gusta dar algo por hecho pero espero que nadie me vaya a detener para obtener ese cristal-
-Me parece muy bien, ¿Qué clase tienes ahorita?-
-Mmm hechizos, luego elementos y por último música ¿y tú?
-Creo que sólo compartiremos la última, la que tengo ahorita es elementos, después traducción de pensamientos y por último música-
-Bien, entonces te veo en música-
-Nos vemos-
Caminé hacia el salón que decía mi horario, estaba nerviosa.
-Hola Hanny- Supuse que me hablaban a mí y volteé a ver quién era - ¿Te molesta que te llame así?- Me preguntó Daniel.
-Para nada, hola Daniel-
-Te estaba esperando ¿Gusta usted que le acompañé a su salón?- me dijo haciendo una reverencia
-Sería un honor, aunque tenemos la misma clase-
-Bueno eso no me quita lo caballeroso ¿o sí?-
-Para nada, gracias por esperarme Daniel-
-De nada, bueno vámonos si no queremos que se nos haga tarde el primer día y la primera hora- Me dijo Daniel dándome su brazo como todo un caballero y por supuesto que acepté. No me mal entiendan, me agradaba Daniel pero nada más, era muy guapo y algo marcado pero no sentía ese tipo de querer por él.