—¡Parece el puto rey de Inglaterra!—Gritó Juan Ma al ver llegar a Gil.—¡Y si que tiene porte el cabrón! —¡Ya te digo! Paul le queda pequeña al lado. Y es que Gil y Paul se acababan de unir a la pequeña reunión que tenían ellos dos montada frente a la entrada de donde se efectuaría la boda. Era un hecho que su amigo se casaba y no podían faltar ningunos a la primera boda de uno de los integrantes de la manada. Paul y Gil iban llegando con un traje gris platinado, con chaleco debajo, corbata y una flor en el bolsillo. —¿A quién es que hay que atar?—Preguntó Paul cuando se les unieron. —Llega la caballería. ¿Por qué tardaron tanto?—se quejó Eros. —¡Porque el rey buscaba refuerzos!—Gil, todo presumido, se dio una vuelta luciendo su lindo traje junto a Paul.—Es que hemos traído un poco