Había algo que me inquietaba en gran manera y era el hecho de que Eleonor y Aaron, a pesar del mes y algo que llevaban de relación, parecían estar muy bien, siempre llegaba muy feliz al trabajo, estaba de muy buen humor, incluso tenía mejor rendimiento, ideas frescas y hacía todo el trabajo sin quejarse mucho, se estaba adaptando a la empresa. —¿Por qué en todos estos años, es la primera vez que me invitas a tu casa?—Eleonor había llegado, le había pedido que me acompañara a cenar con unos amigos. —Es mi cumpleaños. Aunque no te invite, te has aparecido aquí cada que se te pega la gana. —Esto no parece una fiesta. ¿Dónde están los demás? Nunca has sabido hacer fiestas. —Has llegado temprano. Jamás imaginé que mis fichas iban a encajar tan bien en el juego, porque la suerte que tuve