—¿A dónde me llevas?—después de aquel torrente beso, estábamos de vuelta al coche y Ari había puesto un rumbo desconocido para mi.
—No tienes que regresar hasta dentro de dos días y en vista que tienes la maleta hecha, haremos una visita a mi hermano, quiero que conozca a mi esposa. —No se cuando había tomado la decisión pero ya íbamos en camino.
—Futura esposa. —aclaré.
—A mi futura esposa.
—¿Dónde está tu hermano?
—Inglaterra. —¡cierto! Allí vivía.
—¿Me estás diciendo que iremos ahora a Inglaterra?
—Si, justo eso.
Acto seguido íbamos camino al aeropuerto y un cuarto de hora mas tarde, mi cabeza estaba recostada en el hombro de Ari, mientras volábamos en un jet privado.
Tomó una copa de champán pero a mi no me dejó tomar alcohol.
—¿Eres consciente de que tengo ya veinti
