Me había dormido luego de enviar el último mensaje a Trix. Pero a media madrugada habían unas manos tocándome, sentí la cama moverse y abrí los ojos. No, no era un sueño. —Elen, déjame dormir.—me di la vuelta, viendo su cuerpo detrás de mi que antes me abrazaba desde atrás. —Regresé porque tienes razón, nuestras noches alocadas de sexo ya han terminado, aunque yo no las dejo en el pasado. Solo…quisiera que tuviéramos una última vez, pero si dices que no, está bien para mi, respetaré eso. —No habrá una última vez.—estaba medio dormido, pero era consciente de lo que decía y le prestaba atención a lo que decía ella. —Está bien, no pasa nada. También eres mi mejor amigo, lo somos desde pequeños, si el sexo ha terminado y no soy el tipo de mujer con la que te quieres casar, solo me queda