Cuando Maritsa entró al aula para decirme que había alguien buscándome, quise pensar que era Liam, pero solo fue un pensamiento ilógico, no tendría tiempo de haber ido y regresado ya a Londres. Solo era mi corazón extrañando ya a ese hombre. Salí al pasillo, viendo a Patrick Johnson junto a la puerta, platicando muy amablemente con algunas de mis compañeras, fruncí al ceño para evitar el disgusto de verlo allí que se dibujaba en mi cara y desde luego, para ocultar el temor que su presencia me daba. —Señorita Patterson.—anunció mi llegada para que mis compañeras se alejaran, se marcharon entre risitas divertidas, a saber de qué hablaban con él.—Hola, ¿no saludas? —¿Otra vez en Londres? —Esta vez me agradecerás que haya venido. Avísale a tus compañeras que tendrás que irte, de paso pod