Aquella noche había llamado a Aaron sin obtener respuestas, después revisé si Trix estaba dormida. Aquella tarde del picnic le conté a Paul lo que pasaba y la enorme posibilidad de que tuviera que prestarme una buena cantidad de dinero. Eros estaba en Italia, seguro que aún estaba despierto. —Colega, ¿de turno? ¿Aburrido? —Tengo el horario de la mañana, ¿cuando regresas? —Estoy ayudando a mi padre con unos asuntos familiares que se han extendido. ¿Pasa algo? —No, no mucho. Puede que…necesite que me prestes dinero. —¿Están bien? ¿Cuánto necesitas? —Estamos bien, es una gran cantidad de dinero, Eros. Tengo que pagar la deuda de los padres de Trix para que Aaron y su secuaz no la orillen a casarse. Quieren utilizar a los padres. Ya tienen fecha para la boda. Seis de junio. —Eso e