Derek llevaba un café n***o a la oficina del jefe cuando atisbó por el rabillo del ojo el cuerpo de Gianna entrar a las instalaciones. Gianna era un enigma, una persona que solo trabajaba en silencio, se escondía detrás de sus redondeados lentes y pensaba cuatro veces las palabras antes de decirlas. Gianna era tan diferente al resto de las mujeres del FBI, que eso sacudía un poco la vida de Derek. Se sabía que todas las mujeres del FBI debían ser imponentes, desgraciadas, malditas y unas condecoradas con un extenso vocablo de malas palabras, pero Gianna era contraria, insurgente, una anarquista que brillaba con su dulzura, sutileza y una enorme sonrisa con la que siempre recibía a las personas en su escritorio. Ella era dulzura pura, por comploto diferente a Regina, Madison, Megan y el res