Sentada frente a él con una copa de champagne en mi mano y su mirada penetrante sobre mí, vaya combinación. —Debería consultar con un abogado para poder saber cómo hacer que ese testamento pierda validez. —comenta. «Aun no entiendo como no ha pensado en esto antes». —Y yo que creía que eras un hombre inteligente, ¿acaso no te percataste del pequeño detalle del hijo antes de buscar vengarte y meterme en esto? — pregunto de manera sarcástica y bebo un sorbo del exquisito champagne. «Su silencio me hace pensar que llevo razón... que no lo ha pensado». —Pretendía que mis padres desconfiaran de ti al conocerte y que ni siquiera nombraran esa estúpida clausula, pero me equivoque. No sé porque, pero les has agradado desde el primer día... quizás si supieran que tu padre ha sido el responsabl