Ha insistido tanto en traerme a mi casa después del evento, que no me ha quedado otra opción que aceptar. Está conduciendo y yo no sé ni qué decir, prefiero quedarme en silencio y hacer de cuenta que estoy sola, pero al parecer él tiene otra idea. —¿Puedo preguntarte algo?— dice y debo mirarlo. —Ya lo has hecho... Continúa.— respondo fría. «No sé me ocurre cómo actuar con él, siento que mi único mecanismo de defensa es éste .Me da mucho miedo olvidar lo que me ha hecho, tengo pánico de que su mirada azul y profunda me gane. Es una guerra interna que me vuelve loca...¿Se puede sentir atracción y odio por la misma persona?» —Quisiera saber si existe alguna posibilidad de que yo pueda hacer algo para demostrarte que estoy arrepentido por el daño que te he hecho ¿Cómo puedo demostrarte lo