Lo empecé a insultar de las peores maneras, hasta de lo que se iba a morir, yo estaba más que furiosa pero el sonreí con tranquilidad, como si le gustara los insultos qué le decía, no le afecto en nada.
-Así es como me gusta...... Me prendes más... -. El rose de su ereccion en mi intimidad me hizo mirar hacia abajo, un escalofríos recorre mi cuerpo al recordó mi pasado entre en pánico, yo de estúpida me había dejado violarme por un desconocido, no quería volver a sentir ese miedo, ese asco, ese odio, había perdido todo, a mi esposo mi querido esposo, el amor de mi vida, ahora la poca dignidad .
-Mira como me la pusiste.... Uummm.... Tengo mucho que demostrarte.... No te dejaré descansar hoy.... -. Tenia que hacer algo y rápido, mire a mi alrededor buscando una solución pero nada, mi cuerpo aun no respondía, la desesperación por una salida no me hizo prestar atención a ese tipo qué me observaba con tanta felicidad, una estocada brusca y profunda me hizo gritar.
-Tendrás que ponerme atención a mi si no te castigare de la peor manera -. Queria llorar del dolor en mi vientre, me había lastimado, me dolía, mi cara de sufrimiento le encanto, desde mis muslos deslizó sus manos por mi cintura, pasándola por mi abdomen y pechos, hasta que una de su mano se poso en mi cuello.
-Esto... Va a ser divertido.... -. Dijo con un tono burlon y moviéndose como si fuera un maldito animal dentro de mi, mordí mi labio inferior hasta sangrarlo para no soltar ningún sonido qué pudiera alimentar su ego, ante eso solo me miró con sionismo y me beso, saboreando mi sangre.
-Piensas que no puedo jugar tu jueguito.... Te equivocar.... Me gustan los retos.... Te haré gritar, gemir de dolor y placer... -. Me soltó del cuello y ambas manos levantaron mis piernas pegandolas en mi cuerpo, haciéndolo más profundo y acelerando con estocadas salvajes y bruscas.
No pude contenerme, me queje del dolor y una lagrima rodó por mi mejilla, cerré mis ojos con fuerza, no lo quería ver, me aguante todo lo que puede, ese tipo apretó mis muslos y soltando jadeos de satisfacción, en ese momento quería estar sorda, muda y ciega.
-¡¡MÍRAME MALDITA SEA!!..... ¡¡mírame...... !! -
No lo mire, seguí recia ante mi decisión que eso más lo molesto, que gruño de molestia, que lo hizo más profundo que sentía claramente en mi útero, no pude más, me queje del dolor en cada estocada qué llore.
-Mira como estas llorando por el dolor que te estoy causando, te ves realmente patética en este momento.... Voy a seguir haciendolo hasta que ya no puedas más..... Hasta que estés completamente destrozada y te de la cantidad de dolor qué yo quiera -