-¿Por qué te empeñas en que yo sea tu mujer? Ya te dije que te odio y te mataré cuando tenga la oportunidad. Ten en cuenta que también fui una asesina y no tengo piedad al hacerlo-
Soltó una risita maliciosa y burlona, sus manos recorrían cada parte de mi cuerpo marcado, sus ojos miraban cada detalle de mí. - Eso es lo que dicen todas hasta que se sienten dentro de mi poder. Nadie puede ganarme y nadie puede matarme. Si lo intentas, yo voy a sentir mucho placer al destruirte con todas las fuerzas que tengo. A ver si puedes intentar matar a alguien que es 10 veces más fuerte que tú-
En cierto modo tenía razón, él era mucho más fuerte que yo, pero no iba a dejar que me dominara, siempre le daría la contraria y escaparía de él de alguna manera, aburriéndolo con mi actitud o matándolo. - Eres un maldito desgraciado... Ya deja de tocarme que me das náuseas -
Traté de levantarme de la cama pero apenas pude sentarme, mis piernas se me entumecian y hormigueaban, mi cuerpo estaba tan débil y adolorido que no pude poner los pies en el piso , eso me dio más rabia.
Se puso detrás de mí, rodeándome con sus brazos en mi cintura y pegándome a su pecho. - Oh... no lo intentes. Yo te voy a levantar y lo voy a hacer despacio esta vez para que no te duela tanto..... Estás muy debilitada ahora, y si intentas levantarte vas a sentir mucho dolor-
Me temblaba el cuerpo no solo por el dolor sino por el coraje que me estaba dando en ese momento que enterré mis uñas en su pierna. - ¿No te cansas de obligarme a tener sexo? Ya no puedo...-
Enterró su rostro en mi cuello soltando un gemido profundo de placer y me pegó más a su cuerpo.- ¡Mmmmm! ¡Qué rico, mi amor! No... voy a seguir haciendo las cosas que más me gusta hacer... Y lo que más me gusta hacer es estar contigo, dominarte y hacer todas esas cosas más... sentir tu odio y tu dolor-
-Maldito perro bastardo.....si no me sueltas ahora mismo te arrancaré los testículos con mis uñas-
Soltó un gruñido y respiró hondo en mi cuello. Soltándolo, su aliento era caliente. Se rió entre dientes para luego tomar mi barbilla y obligarme a mirarlo.-Lo voy a hacer, no te haré sexo por un tiempo... Solo dejaré descansar tu cuerpo y tu salud por una noche. Pero mañana estaré esperándote de nuevo-
Pero si este imbécil no tenía piedad, para él era mucho tiempo. Una semana sin sexo era un castigo para él. Pero era nada, lo que quería era ir a bañarme con agua caliente para relajarme y salir afuera. - Muy bien, un buen baño para empezar el día no caería mal... Tengo muchas cosas que hacer y todavía tengo algo pendiente contigo-
Se levanta y me lleva en sus brazos hasta el baño, me sienta en la bañera y empieza a llenarla con agua caliente a un nivel adecuado. Luego, se mete conmigo detrás de mí, me echa agua con sus manos y me frota el cuerpo con delicadeza usando una toalla húmeda. Mi cabeza seguía dando vueltas, pues ahora estaba cuidando de mí, nuevamente se le había reiniciado la caseta a este loco o que . Primero fue cruel, posesivo, narcisista y egocéntrico, pero de repente cambió y se volvió cuidadoso, delicado, comprensivo, tierno y amable. Justo cuando iba a enjabonarme, lo detuve.