Dos Almas Oscuros

Su brazo a torcer

-¿Al menos me dejarás ir a comprarlos? A mí no me gustan los vestidos de mal gusto y corrientes-

-Ya tengo a alguien que te los va a traer... Solo espera un poco, mañana a primera hora estará aquí, y podrás escoger con calma para que te los puedas probar. Te voy a comprar cosas muy caras y lujosas porque eres mi mujer y te lo mereces, y porque quiero verte como lo que eres a mi lado, una reina-

Este imbécil jamás me dejaría salir, si lo que quería era un poco de libertad, salir, distraerme de estar encerrada junto a este maniático prepotente. - ¿Entonces no me dejarás salir?...-

-No, no te voy a dejar salir... Si quieres comprar, solo pídelo o cómpralo en línea, puedes usar la tarjeta para comprar cosas a través de internet... Así no tendrás que salir de esta mansión para nada-

Ya se me había olvidado el odio que le tenía por un momento de relajación que tenía. No daba su brazo a torcer ni aunque ya habíamos discutido sobre ser su esposa. - Es un maldito chiste, ¿verdad? -

- No es un chiste, es la realidad....Solo quiero hacer más fácil tu vida, estoy muy preocupado por ti y quiero que tengas todo lo más cómodo que se pueda.... O sea, no vas a tener que salir de aquí para nada para conseguir algo-

En mi mente lo estaba insultando de mil maneras posibles, incluso de la forma en que se iba a morir. Tenía que soportarlo por ahora, aunque le sonreí forzadamente. -No me puedo quejar... por ahora-

-Ya ves que no es tan difícil. Te conseguiré la mejor ropa para ti y además seré muy cariñoso y atento contigo... Lo más importante es que soy tu único hombre-

Me dio un beso en la mejilla y me sacó del baño en brazos, con cuidado me sentó en la cama, me dio otro beso en la frente y luego se fue a cambiar.

-Tengo algo importante que hacer. Estaré fuera dos horas y luego volveré. No trates de escapar, es inútil. La mansión y todo su alrededor están fuertemente vigilados. No puede entrar ni salir nadie sin mi permiso.... Hay cámaras en cada rincón, tanto en el exterior como en el interior. Mis hombres tienen instrucciones de cuidarte, pero mantenerse a distancia, no los quiero cerca.... Actuarán sin lastimarte en caso de que trates de escapar. Están bien entrenados y capacitados en todos los aspectos, incluso algunas personas de la servidumbre tienen habilidades, pero son difíciles de distinguir. Estarás vigilada en todo momento-

Parecía que estaba en la Casa Blanca, ya ni los presidentes ni los reyes tenían tanta seguridad como aquí, ni que fuera un punto bancario. Ni que la corona de Inglaterra estuviera aquí. Al menos ya me sentía mejor y no tan adolorida, me levanté de la cama y me dispuse a cambiarme también y disfrutar ahora que iba a salir. Me estaba viendo en todo momento con mucho deseo, dejó de ponerse la corbata, mirándome de arriba a abajo mientras me cambiaba, pero yo ni le presté atención, solo me concentré en verme bien. Tenía todo, no podía quejarme, joyas, ropa, zapatos, hasta maquillaje de muy buena marca, a lo que me dispuse a cubrir los moretones que me dejó en mi cuello, hombros y parte de mis brazos.