Camino por todo el salón, mi primo no está por ningún lado. ¿se habrán ido?, no, no lo creo. Decido pasar por la mesa de los bocaditos, llevo uno a mi boca. -delicioso- lo mejor que he probado en mi vida. Por mi mente pasa el trato de la ahora esposa de Onur, me mira con desprecio. Aun no entiendo por qué. ¿Aquí en la ciudad está mal llegar a una fiesta sin ser invitado?, tal vez sea así. De donde vivo no es así, allí llega hasta el que no es invitado y se lo recibe de la mejor manera. Ya no estoy en casa, debo de meterme eso a la mente. Voy distraída mirando la baldosa, mi cuerpo choca con algo o tal vez alguien. -discul- ¡no!, no de nuevo. ´ -nuevamente tú- reacciona. Ya son 3 veces que me lo he encontrado. Es una piedra en mi zapato. -voy a pensar que me estas siguien