Al despedirme de los niños y darle muchas recomendaciones a Martín y a Luisa, los ví alejarse en el auto, tenía que tranquilizarme, ellos debían ser así en algún momento, estaban creciendo y yo no podía estar con ellos todo el tiempo, de hecho, Shelly me había hablado de las clases que recibe Emma y eso me hizo pensar en los niños, tal vez ya es hora de inscribirlos formalmente en un lugar, pero aún no estoy segura dónde.
Fui por mi bolso y le pedí a Joe que me llevará, entre el tráfico y la distancia tardamos más de una hora y media en llegar, estaba estresada cuando baje del auto, ni siquiera estaba conduciendo y había odiado todo el traslado, miré el hospital frente a mí, estaba por entrar, pero primero tomé mi teléfono y le escribí a Adam, me respondió casi enseguida y le dije que e
