Greg Waldorf… Escuché el ruido en la ventana del auto y cuando la vista se me aclaró pude ver a uno de los trabajadores de la casa. –Señor Waldorf, ¿se encuentra bien? –Sí –bostecé –. ¿Qué hora es? –Las siete de la mañana, ¿acaba de llegar? ¿Le digo a la cocinera que le preparé algo? –No –respondí –. Vine desde anoche, pero ya me iba. Sentí que el cuello se me entumeció y no lo pude mover un momento. –¿Se encuentra bien? –Sí –contesté –. Debo ir a trabajar, adiós. Encendí el auto y me fui de la casa de mi madre, era insoportable estar aquí, ayer mi madre se la pasó reclamando sobre lo descarada que es Leighton al estar en la cena de los Henderson, de hecho se la había pasado hablando mal de ella desde que se enteró que regresó, gracias a Sarah cuando le vino a contar todo