16 de octubre de 2016 Querido diario, Hoy fue un día emocionante, porque Dan y Owen finalmente regresaron a casa para pasar unos días antes de volver a su riguroso entrenamiento. Al llegar de la escuela y encontrarlos en la sala, mi corazón se llenó de alegría y no pude evitar correr hacia ellos para abrazarlos. Dan y Owen estaban irreconocibles. Más grandes, más musculosos. Owen, en particular, había pasado por una transformación impresionante. Su apariencia ahora era la de un hombre hecho y derecho, con una presencia fuerte y distintiva. Su cabello oscuro, corto y un poco desordenado, complementaba perfectamente su mirada intensa y penetrante. Sus rasgos faciales, más marcados, resaltaban una mandíbula cuadrada y pómulos prominentes, con cejas bien definidas sobre unos impresionan