Caterina Di Pietro.
En la sala de la casa, mientras todo mundo se vuelve loco buscando al jodido Capo que de la nada a desaparecido, yo estoy sentada en el sofá mientras el doctor revisa mi herida.
Después de sacar algunos fragmentos de mi piel, me cura y revisa que no tenga ningún otro malestar o dolor antes de subir a la habitación de Bruno donde no me permiten el paso hasta asegurarse de que está bien.
A pesar de haberlo protegido con mi cuerpo, sé que pudo haber resultado herido del mismo choque y de no haber llegado Enzo a tiempo esta podría haber sido otra la historia pues estuvimos a solo unos pocos minutos de morir juntos en ese coche.
Sus primos van y vienen, el consigliere apenas me ha mirado desde lo que pasó y aunque están un poco alejados de mí puedo sentir que cierta
