Please Daddy. 7.

1590 Words
Capítulo 7. Anónimo. ●●●●●●●● *James* Mis días eran ajetreados desde mucho antes de que fuera hora de levantarme, por algún tiempo me sentí miserable, desde que ella me dejó por un muchacho al que apenas le salía bello, me hizo sentir poca cosa. Estaba enojado, llegué a odiar a las mujeres, empecé a creer que estaba bien siendo solo yo y mi hija, ella era tan introvertida que casi nunca salía de su habitación, no vivía su vida y eso me preocupaba, yo, yo me había equivocado como esposo y ahora como padre, ¿Cómo iba a vivir con esa culpa?, así que tomé la decisión de mudarnos, empezar de cero. Melanie se cambió de universidad y yo empecé una nueva vida, ejercicio, comer bien, salidas con amigos, chicas por doquier, prefería las mujeres maduras y experimentadas, mujeres casadas inclusive, nada serio. Y una noche, ella se atravesó en mi camino, tan ebria y tan delicada, tan joven y tan asustada de si misma, simplemente se metió en mis venas, como una drog*a se introdujo dentro de mi, y me volví adicto a ella. …….. (Dos años antes…) —Aquí están los balances de fin de mes. Miré a Jackson y asentí. —¿Qué pasó con los reportes?. —En una hora. —Esta bien. —Por cierto, hablo Michelle, habrá una fiesta de universitarios, quiere que vayamos. —¿Estas jodiendome?, ¿Qué haría yo en una fiesta de esas?. —¿No lo sabes?, habrá chicas jóvenes, con la suficiente edad como para no tener problemas. —Tu y Michelle están enfermos. —No seas aburrido James, la ventaja de Michelle es que es el director de esa universidad y tiene jóvenes a su disposición cada que quiere, nuestra ventaja, es que esta fiesta será de máscaras, nadie sabrá que estuvimos ahí. —Olvídalo, ve diviértete si quieres, no me interesa ligar con niña*s que pudieran ser mis hijas. —¿En donde quedo el James que no decía que no a una buena fiesta?, ¿En que momento te volviste un amargado?, como sea, te dejo esto por si quieres ir. Jackson dejó una antifaz horriblemente ridículo sobre mi escritorio y salió de mi oficina. Al llegar a casa, Melanie estaba en la sala leyendo un libro y bebiendo café. —¿No tienes una fiesta a la que ir?. —No conozco a nadie en esta universidad, apenas una semana y ya la odio, ¿Por qué nos mudamos?. —Porque si, la otra casa era horrenda. —No me interesa embriagarme con gente extraña de todos modos, prefiero quedarme aquí. —Cielo santo Melanie, haz que te arresten al menos. —¿Estas consiente de que eres mi padre?, no deberías de darme esos consejos. —Eres demasiado aburrida. —Pues felicidades debí de haberlo heredado de ti— dijo ella mientras se iba a su habitación. Cierto, me había vuelto un aburrido. Tomé mis llaves del auto y salí. Conduje hasta la dirección que Jackson me envió, era un club, había jóvenes con antifaces por todos lados, recordé los días de fiesta en mi juventud, me puse aquella ridiculez en el rostro y entré a ese lugar, la música estaba demasiado alta, ahora me arrepentía un poco. Fui a la barra y pedí un trago, estaba por quitarme el antifaz cuando ella habló. —¿Acabas de pedir un Wisky?, ¡Vaya!, debes de ser un tipo maduro. Yo la miré, una joven dentro de un ajustado vestido n***o, tenia el cabello sujeto en un chongo y estaba evidentemente ebria. Sin antifaz, era hermosa, labios rojos y ojos aceitunados. —¿Por qué crees que soy un tipo maduro?. Ella me miró de pies a cabeza y me señaló. —Solo mírate…traje, espalda recta…—Sujetó mi mano y miró mi reloj. —Reloj de marca, eres un hombre con dinero, entonces quiere decir que tienes un buen trabajo, hombre responsable, igual a hombre maduro, ¿Eres profesor?. —No. —¿Eres un asesin*o en serie?. —No. —Entonces solo eres un hombre con una vida aburrida, tratando de divertirse un poco, siento un poco de pena por ti, no deberías de vivir así, tienes que amar a alguien y vivir feliz. ¿Qué cosas decía esta chica?. —¿Cómo estas segura de que no amo a alguien ya?. —Porque de lo contrario no estarías aquí. Chica lista. Se puso de pie y se tambaleo un poco. —Me voy a casa. —¿Cómo te llamas?. —Wen, ¿Y tú?. —Prefiero el anonimato. —Esta bien, adiós señor anónimo. La miré caminar hasta la salida, debí dejarla irse, pero salí detrás de ella, la encontré platicando con dos chicos y tratando de encender un cigarro, era todo un caso, se veía desde lejos. —¿Quieres que te lleve?—pregunté de todos modos. Ella me miró y sonrió. —¿Estas seguro?. —Si. Tiró el cigarro y asintió, la llevé hasta mi auto, tuve que cargarla porque se caía con cada paso que daba, la dejé en el asiento del copiloto y subí al auto, estaba por quitarme el antifaz, pero ella me detuvo. —No te lo quites, ¿No querías ser el señor anónimo?. —¿Y si chocamos?. —Nuestro destino será. —No deberías de beber y andar sola por ahí, es peligroso. —Si papá— se burló ella. —Lo que no sabes, es que conozco a toda la universidad, todos son mis amigos, mi ángel de la guarda me cuida. —¿Y que tal que un día de estos se toma un descanso?. —No beberé más, lo prometo, me acaban de dejar, estoy en duelo. —¿Tanto lo amabas?. —¡Cielos no!, me siento insultada, eso es todo. Si, así era como yo me sentía. Conduje con cuidado, llegamos hasta su casa y antes de que ella bajara, saltó sobre mi regazo y me besó, sabía a licor y a dulce de piña, olía bien, pero no podía. —No detente, estas ebria. Ella se acomodó sobre mi, y empezó a quitarme la camisa. —Es tu culpa por verme así. —¿Verte así?. —Como una invitación. Me besó de nuevo y esta vez sus manos fueron hasta mi pantalón, la detuve y la alejé un poco. —En serio, no puedo, estas ebria y eres demasiado joven para mi. —Si, estoy ebria, mañana no recordaré esto, por favor, no me rechaces, yo quiero. Miré el puchero en sus labios y no pude negarme más, de la guantera saqué un condón y ella me ayudó a ponérmelo. —Lo vez, eres un hombre precavido, hombre maduro. Verla cabalgar y disfrutar sobre mi, fue lo mas excitante que me había pasado en años, ella se veía tan sensual, su piel tersa y sus gemido*s reales, quería hacerla llegar, así que me concentré para lograrlo y no venirme antes que ella, y al final lo logré, ella gritó y su s*x*o se inundó, se estremeció y me dio un beso en los labios, la dejé descansar un poco y luego terminé yo. Fue genial. Se acomodó la ropa y tomó su bolso. —Adiós señor anónimo, pórtate bien y gracias. —Adiós Wen. Bueno, esa fue la noche de mi vida, y luego simplemente no podía dejar de pensar en ella, conocí a Annette, estaba siguiendo el consejo de una universitaria, enamorarme y vivir mi vida, todo iba bien, hasta que un día, Melanie me dijo que tenía una nueva amiga, estaba emocionada, pues al parecer aquella chica era popular. Me alegraba por ella, y un día vi su foto en un cuadro dentro de la habitación de mi hija. —¿Quién es ella Mel?. —Wendy papá, bueno, todos le dicen Wen. Sentí que había encontrado algo perdido. —¿Así que ella es Wen?. —¿Esta bien si me quedo en su casa esta noche?. —Claro, diviértete. ……… “Princesa”. 《¿Cómo estas hoy?》✔️✔️. 《Aburrida ?》✔️✔️. 《Te invito a cenar》✔️✔️. 《Tu novia sospecha de lo nuestro 》✔️✔️. 《Lo sé, me lo dijo》✔️✔️. Llamada entrante Princesa… —No te preocupes por eso— dije apenas acepté la llamada. —Voy a terminar con Steven. Me alegraba escuchar eso. —¿Lo harás?, ¿Te hizo algo?. —Él…tiene algo con Mel. —¿Qué?. —No sé que pasa, quiero verte. —¿En donde estas?. —Estoy saliendo de la universidad. —Espérame ahí, pasaré por ti. —Esta bien. ¿Qué carajos le pasaba a Mel?. Aunque le agradecía por esto, creo que estaba mal ser desleal de ese modo, no importaba mi situación y la de Wen, yo la había seducido, yo tuve la culpa de todo, no Wen, me sorprendía un poco que la hija a la que yo eduqué, tuviera estos comportamientos. Salí de la oficina y conduje hasta la universidad, por supuesto que iba a terminar con Annette, mi intención jamás fue engañarla, y mi intención jamás fue convertir a Wen en mi amante, solo estaba haciendo tiempo para solucionar todo el caos de mi vida, pero ya era suficiente, no podía jugar con los sentimientos de los demás, en especial con los míos.
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