Al día siguiente
Esther se encontraba en una de las mesas techadas que tenía uno de los jardines principales donde la pelirroja le encantaba pasar el rato. Era el mismo lugar donde en una ocasión el lord Calen le había enseñado su espada, y Zander se enfureció mucho. Entonces, en aquel lugar el niño que siempre las seguía sin que ellas se dieran cuenta, estaba a varios metros de distancia supuestamente arreglando unos arbustos con unas enormes tijeras. Meredith lo vio, pero ella no le prestó atención porque era un chiquillo que solo estaba enfocado en su trabajo (según ella). Pero pese a todo, bajó la voz por si las dudas ya que las dos en ese instante estaban hablando sobre el escape que tendrían esa noche, porque ya Esther estaba mas que decidida a irse después que le contó todo lo que
