RECHAZANDO TUS PROMESAS ROTAS

9

Rechazada por mi pareja

Punto de vista de Katrina

No tenía muchas pertenencias y como bajé temprano por la mañana, nadie me vería. Llevé todas mis posesiones mundanas en una bolsa de plástico y se veía patético. No tenía que esconderla, parecía una bolsa de basura y nadie le prestaría atención. Dos pares de leggings, dos camisetas, mi ropa interior y calcetines. Tenía un par de zapatos que llevaba puestos y mis artículos de higiene.

Lo guardé detrás de las grandes bolsas de harina en la esquina y mi bolsa no podía ser vista. Dejé escapar el aliento que estaba conteniendo ya que eso iba a ser lo más difícil.

Moví la bolsa al hospital cuando salí a visitar a Amanda y ella la llevaría a su baúl cuando fuera a almorzar. Me encontré con ella dentro de una de las salas de triaje y rápidamente me puso al día. Nos encontraríamos a las ocho pm donde su auto estaba estacionado junto al hospital. Solo los guardias de la puerta y los que patrullaban estaban exentos de asistir a la reunión. Oh, y yo. No se me permitía manchar el espacio asistiendo a ninguna de las reuniones de la manada ya que no era m*****o de la manada. Me lo han recordado demasiadas veces antes, por lo que es de conocimiento común de toda la manada.

Me encargaría de preparar todo antes del evento ya que era mi trabajo, pero no se me permitía estar presente en la reunión en sí. El Alfa James había ordenado un enorme pastel para felicitar a Timothy y Fallon por convertirse en el Alfa y la Luna de la manada. Me alegraría poder irme antes de que esa loba malvada llevara a esta manada a su fin. No iba a ser una buena Luna. Atractiva, sí, pero no una buena Luna.

Debo admitir que me entristeció mirar el pastel sobre la mesa. Era muy bonito y puse otras mesas con ponche y tazas en tres de ellas. El Alfa James no escatimó gastos para asegurarse de que todo luciera perfecto para que la manada se viera bien y para nuestros visitantes.

Me permití soñar despierta durante unos dos minutos sobre esta siendo mi ceremonia de anuncio de compromiso con Timothy y eso me hizo sonreír. Aunque endurecí mi corazón hacia él, todavía sentía una emoción al pensarlo. Realmente deseo que las cosas fueran diferentes entre nosotros, él tenía un lugar especial en mi corazón y, si soy sincera, todavía lo amo. No ha sido completamente expulsado de mi corazón, pero el daño sigue ahí.

Escuché un sonido detrás de mí en la habitación y volteé para ver a Timothy parado allí. Estaba en silencio mientras se acercaba lentamente a mí, se acercó hasta estar de frente y no habíamos estado tan cerca durante dos años. Él había mantenido su distancia desde que cumplió dieciocho, el mes anterior a mí. Miré sus ojos. Tenía 1,93 metros de altura, una constitución fuerte, una mandíbula y nariz afilada, cabello rubio de su madre y ojos gris oscuro de su padre. Su sonrisa engreída en sus labios formaba una mueca y podía ver todas sus emociones revoloteando en sus ojos. Inhalé rápidamente, viendo la tormenta que veía formarse en esos ojos y me pregunté si iba a golpearme hasta que olí el olor más encantador: dulce y cítrico, como una naranja, con un tono de vainilla. Para mí, él olía maravilloso.

Mis ojos volaron hacia los suyos y él asintió y dijo:

—Sorpresa, pareja destinada.

Rápidamente lo abracé y miré hacia arriba para mostrarle lo feliz que estaba de encontrar a mi pareja destinada, muy feliz; pero entonces, la expresión que vi en su rostro me congeló en el lugar.

Claro, él lo sabía, sabía que era su pareja y por eso se alejó en los últimos dos años. No volvió a casa por nada, fue por mi culpa. Solo se quedó aquí durante el Entrenamiento del Alfa, por eso su padre o Fallon fueron a verlo, todo para evitar que yo supiera que éramos pareja. Esto explica muchas cosas, como por qué Fallon me odia tanto. El odio de Timothy por mí era tan grande que no se arriesgaría a verme antes de poder comprometerse con Fallon y reclamarla como su elegida Luna.

Eso me duele, y sé que solo empeorará.

Dejo caer mis brazos de su pecho al que me estaba abrazando ya que solo mido 1,75 metros en comparación con su estructura mucho más alta. Esto es todo. Por supuesto, él me va a rechazar. Ahora me queda claro cuál era su plan. Lo sabía, así que tuvo mucho tiempo para planearlo. Me iba a atormentar para que el dolor fuera mucho mayor cuando me aplastara. Mi círculo se completa. Si el rechazo me mata, que así sea. De una forma u otra, quiero que el dolor que he sufrido aquí en Blood Claw termine, por lo que supongo que esta es la manera perfecta de lograrlo. Ya no seré un estorbo para ellos, supongo. Sé con certeza que todos estarán más felices cuando me haya ido.

Ni siquiera me prepararé para ello. Ahora le doy la bienvenida a la muerte. No tengo más fuerzas para luchar después de esto. Mi única esperanza había sido encontrar a mi pareja y tal vez tener algunos cachorros. Deseaba tanto ser amada. No pensé que fuera demasiado pedirle a la Diosa Luna un compañero amoroso y dos cachorros, pero supongo que no estaba en las cartas para mí.

No voy a rogarle o suplicarle que no me rechace. Si eso es lo que él espera de mí, se llevará una gran decepción. Preparé su fiesta y ayudé a colocar el pastel, felicitándolo a él y a Fallon en la mesa. Debe pensar que soy estúpida por no darme cuenta. Yo sé cuándo hay una trampa, si él quiere ver a una estúpida, él debería ir a buscar a su pareja elegida porque ella es la estúpida, ¿por qué comprometerse con alguien que SABES que tiene una pareja? Ella debería saber cuán fuerte es el vínculo, está jugando con cosas que están más allá de su control. ¿Y si su pareja aparece de repente? ¿Qué va a hacer ella entonces? Ya sé la respuesta: ella es oportunista, quien pueda cuidarla mejor, es con quien se irá. Ganará quien tenga más dinero. Ya sé eso de seguro. Es vergonzoso pero cierto, ella no cree en el vínculo de pareja, solo quiere lo que pueda obtener por ahora.

No hay forma de que esta unión suya dure, pero aceptaré su rechazo cuando me lo dé.

— ¿Te comió la lengua el gato? ¿No tienes nada que decirme? ¿Nada que preguntarme?— Timothy se burló aún más de mí.

—No, no tengo nada que decir. Por favor, continua —, le dije.