Después de las locas aventuras que tuve con José en mi primera semana de vacaciones, sabia que tenia que ir a trabajar y que nunca más debía pasar eso con él, puesto que era mi jefe, la verdad la idea no era de mi agrado, pero tenía que aceptarlo. 24 horas antes del primer día —hola, Sara, podemos hablar, dijo mi papa, —se que mañana ya empiezas a trabajar, que posiblemente ya nos veamos, pero quisiera darte un consejo, —claro, dije sonriendo, — Sara la gente que va a esos tipos de club, naturalmente tienen plata o son gente peligrosa, la cual te va tratar de convencer que vayas a la cama con ellos, José prometió que te cuidaría, pero la verdad el también va estar ocupado dirigiendo sus club, así que te pido que tengas muchas precauciones en ese aspecto, —está bien pa, tratare de cuidar