Después de despertarme ese mismo día, ya un poco más relajada y fresca después de esa siesta que me pegué, recordé que era mi primer día de trabajo, pero por alguna razón esta vez, ya no tenia nervios alguno, me sentía confiada y con muchas ganas de afrontar ese momento, no voy a negar que tenia mucha curiosidad de como seria trabajar por primera vez, pero por algún extraño motivo me sentía muy motivada. Decidí cambiarme y maquillarme nuevamente, recogerme el pelo para ya salir, mas o menos eran como las 4 de la tarde, ya estaba lista para el trabajo, así que decidí almorzar algo bueno no rápido, pero tampoco demoroso, me hice una carnecita al jugo con unas papas fritas y un poco de arroz, un almuerzo típico en muchas familias, aparte que me acompañe con un jugo de sobre que se demora nad