Charlotte echó su cabeza hacia atrás y aun lado dejando su mente divagar con aquellos pensamientos eróticos. De repente, imaginó que no estaba sola, un cuerpo masculino, gloriosamente desnudo a la par del suyo se encontraba en frente de ella, no tardo en dar rostro a aquel ser producto de su imaginación, la imagen de su jefe apareció en su cabeza y en vez de horrorizarse ante la idea un gemido escapo de sus labios, la boca hambrienta masculina devoró la suya arrancándole pequeños gemidos de placer, su cuerpo temblaba contra el torso de él, las manos masculinas estaban por todas parte de su cuerpo, imparables y deseosas de acariciar cada centímetro de su piel expuesta. La mano en su pecho no se detuvo sino tras dar un apretón al pequeño montículo hinchando clamando por placer, se deslizo po