- Mira quien te espera en la entrada. – dijo Martina en cuanto observó a Vlad. Tenía una postura erguida, su traje impecable y llevaba gafas oscuras sobre los ojos. Ambas y junto con Matías salían para ir a sus hogares. Samantha tragó saliva, no espera que él estuviera en las faldas de su empresa. Por otro lado, Matías en cuanto lo vio, salió corriendo hasta estar en sus brazos. - Es un encanto. – dijo entre dientes, disimulando una sonrisa y sin dejar de caminar hacia él. - Samantha. – saludó Vlad, mientras cargaba a Matías. Miró a Martina. – señorita García. – dijo encantado por verlas. - Señor Vlad Ferguson, es bueno saber que viene a recoger a su familia. – habló Martina de oreja a oreja, maravillada por el gesto del hombre. - Samantha es mi esposa y Matías mi hijo, pasaremos