Heidy estaba asustada tras la decisión tomada por Dante. Sabía que tenía que hacer algo para convencerlo. Decidió encerrarse en el baño, era una locura, pero no lo iba a dejar ir así nada más. Tomó la cuchilla que Dante utilizaba para hacerse la barba y se cortó las venas sin pensarlo. - No te dejaré ir tan fácil. – dijo cortándose la piel. – no voy a permitir que regreses con ella, eso nunca Dante, eso nunca. - Heidy, abre la puerta, abre la maldita puerta ahora mismo. – insistía Dante desesperado. Al ver que ella no abría decidió tumbarla. - Heidy, ¡Qué acabas de hacer! – habló tras verla en un charco de su sangre. - No dejaré que te vayas. - dijo con voz débil y apagada antes de cerrar los ojos. Dante la tomó en brazos y salió a toda prisa del baño, necesitaba llevarla al hospita