PARTE 23

2419 Words
Joshua Brhazo. No es una actitud extraña en su personalidad, mi sobrino nunca fue alguien de quien podrías esperar grandes hazañas de gentileza o piedad. Pero… Cómo explicar que es la primera vez que lo veo actuar indiferente. Hace años regresó un día y solo dijo. «Conocí a alguien poco común» Pensé que hablaba de alguna clase de persona fuera del estándar, pero resultó ser verdaderamente una chica fuera de lo “común” Tuvo semanas dónde no hablo, se guardó todo para sí mismo, cuando lo acusaron de haber intentado matar a Clare aquel día en el bosque no se inmuto en desmentir, solo dijo que la chica aclararía cualquier mal entendido, pensé que no tenía deseos de perder su tiempo en discusiones tontas. Las semanas pasaron y había algo extraño, algo que note, pero guarde silencio, ya había visto esa manera de ver a un Freman, hablé con él y aseguro no tener nada que ver con ella. Afirmó que solo era una molestia, pero cuando atacaron a Peind Wilson, no dijo nada, pero fue el primero en correr e ir por ella. Era normal supuse. Tal vez solo era atracción hacia algo que provoca estática, Lo prohibido siempre será tentación. Siempre estabá enojado, a la defensiva, como si estuviera buscando una razón, una excusa para mantener la cordura. Lo vi muchas veces regresar de la academia con el humor descontrolado. «Es una maldita tortura» ¿Qué era una tortura? «Su olor es insoportable» ¿Qué olor? «Cómo bloqueo los recuerdos de alguien antes de volverme loco?» ¿A quién quieres bloquear? Nunca respondió, no hasta que lo escogieron como su custodio. Se enojó, se molestó y estallo arremetiendo con todo. Era su custodio, pero aun así, le dejo todo el trabajo a Daniel. ¿Tal vez no la soporta? eso pensé. No es raro ver a un Freman y un Brhazo ser enemigos. Pero una noche llegó y la chica estaba en la habitación de Daniel y pude sentir todo su enojo mezclarse con los celos y lo entendí. Guarde silencio, me convencí de que solo eran mis traumas del pasado. No fue hasta que note la amplia sonrisa de satisfacción en su rostro que lo noté. Las consecuencias de ese amor eran desastrosas, pero esperé que ellos tuvieran más suerte que Marcus y yo. No fue así, fueron tres años dónde vi a Daez hundirse silenciosamente en las aguas turbias de su propio ser. Y cuando se volvieron a ver, ese pantano se ha convertido en un valle y estaban bien, pero ahora… No es normal que Daez la ignore. No es normal que elija un puesto a estar con ella, no es normal que sea un desgraciado con ella. Cruzó los pasillos con afán llegando al cuarto de urgencias. Marcus y yo hemos estado de mal en peor, pero siempre ha podido leer mis preocupaciones con un solo vistazo. —¿Qué pasa? —habla con frialdad. No sé si es buena idea hablar de mis preocupaciones teniendo en cuenta que su sobrina está pasando por una crisis. —¿Cómo está Clare? —pregunto. —¡Tuvimos que anestesiarla! —un matiz de preocupación le tiñe el rostro. —Joder, estoy cansado. —se recuesta del respaldo del sofá. Intento hablar, pero, Grey entra en la habitación junto con rubí, Daniel y Peind Wilson. Llegaron hace unas horas y lo primero que hicieron fue preguntar por ella. —¿Dónde está Daez? —habla Daniel. —Necesito hablar con él, pensé que estaría aquí. —Está en la central. —confirmo. Todos voltean a verme como si no entendieran que demonios estoy diciendo. —Ok. Estoy preocupada. —afirmo sacando las jeringas de la bolsa. —¿Qué es eso? —pregunta Marcus. —¿Cómo conseguiste eso? —Pregunta Peind Wilson espantado. —¿Sabes lo que es? —le pregunto. —Daez dijo que le inyectaron esto. Su rostro se mantiene firme demostrando fortaleza, pero igual pide que dejemos la sala donde está Clare y entramos a otra habitación donde hablamos con más calma. Todos se ven cansados y toman puesto con el estrés dando más jaqueca. —Daez ¿Está bien? —pregunta rubí. —¡Aseguró estar bien!. —confirmo. —No tiene efectos secundarios, su dote y memoria están en orden. —Eso no afecta la memoria. —aclara Peind. —Morgan la creo para deshacerse de los lazos. —intenta explicar y me alegro de no ser la única que no entiende. —Ejemplo: ¿Por qué un lazo es altamente peligroso? —pregunta. —Implanta sentimientos que no existían antes, convierte a una persona en tu propio centro de gravedad. —aclara Daniel. —¡Exacto! Pero, esa son solo las consecuencias del lazo, el peligro está en que es irrompible. A eso le llamamos «destino» estar destinado a una persona. —Pero, hay casos como los de Daniel y Kristen o Clare y Liam dónde se rompieron los lazos. —cuestiona Grey. —Te equivocas, no se rompe el lazo, simplemente te alejas del campo de gravedad de esa persona. —explica Marcus siguiendo la explicación. —Exacto, te alejas del campo de gravedad que te obliga sentir que no puedes alejarte de esa persona, pero siempre vivirás orbitando a tu lazo. —Piend Wilson mira a Marcus. —¿Quién fue el primero en visitar a Clare? —Marcus duda, pero responde que Liam Hugh. Daniel suspira como si entendiera la explicación. —No entiendo. ¿Entonces como es que funciona romper un lazo? —disputa Rubí. —Un humano, vampiro, licántropo o cazador, nace con una cadena de ADN que te identifica como un ser único, es como tu propia tarjeta de identidad, en muchos sentidos «genética» los casos registrados dónde se rompió un lazo siempre involucran a un humanos, brujos o cazadores ¿Verdad? —Esto es por qué un licántropo o vampiro, no pueden cambiar su genética, pero ¿Qué pasa si transformas a un humano, brujo o cazador en vampiro o lycans? —La genética de esa persona cambia. —hablo entrando en contexto. —Cambian tus genes, haciendo que el lazo se disuelva, pues ya no eres la misma persona. —La genética engaña al destino. —confirma Peind. —Y si la genética puede engañar al destino, ¿Qué significa eso? Tómenlo de esta manera, una poción lo suficientemente fuerte puede hacer que nuestra mente crea olvidar cosas o hacernos creer cosas que son falsas. —Morgan tomo y gesto una poción que juega con los sentimientos, mientras los químicos juegan con la genética y la genética con el destino y si mezclamos un conjuro poderoso tenemos una poción que se inyecta directamente en tus sistemas mezclándose con tu genoma, juega con lo que te hace ser tú. —Te vuelve susceptible a la realidad. No borra tu memoria, no te quita tu personalidad, solo te quita la conexión que alberga sentimiento. —¿intentas decir que prácticamente borra el lazo que suscitaste sentimentalmente con alguien, Justo como Liam rompió su lazo con Clare al transformarse en vampiro? —Así es. —Confirma Peind Wilson. —Espera, espera. ¿Intentas decir que esto cambia tu genética? —tomo las jeringas en mis manos. —dijiste que un licántropo o vampiro no pueden modificar su genética. —aclaro. —No, simplemente.—me quita las jeringas de las manos. —Esto contiene propiedades que te engañan mezclándose con tu genoma. —Sigo sin entender. —habla Grey. —¿Qué intentas decir? Daez no recuerda a Clare ¿O qué? —No, él dijo que sí la recordaba. —Aclaró. —Lo que significa que simplemente no siente lo mismo que sentía por ella. Ahora mismo, Clare es alguien que fue importante, más no su centro de gravedad. La declaración pone a todos a la defensiva. Peind se lleva las jeringas para encontrar una manera de anular sus efectos, pero hasta ahora no hay resultados buenos. Clare lleva tres días dormida y aunque intente hablar con Daez este se niega a aceptar que algo no está bien. —Daez, No bromeo. —lo encaró. —Sé que te sientes bien, pero no lo estás, date cuenta. —De lo único que me doy cuenta, es que él idiota de Eliot Morgan creo una estupidez creyendo que me afectaría sin darse cuenta de que esa chica no representa tanto para mí. —¡Si te das cuenta de lo que dices! —siento que todo se fue al demonio. —¡Sí, me escucho y no veo cuál es el problema! En todo caso debería agradecerle ¿No? Se larga y solo puedo esperar que no se atreva a decir eso delante de Clare, esa chica ya ha pasado por demasiadas cosas, por ahora agradezco que esté sedada y no sepa nada de esto, pero tarde o temprano lo sabrá y no quiero saber cómo resultarán las cosas. Daez no miente cuando dice que no ha cambiado, es el mismo que siempre he conocido y si yo fuera una ignorante que no tuviera en cuenta todo lo que él siente por Clare dejaría las cosas como están, pero aunque no lo entienda, Clare lo es todo para él y esto terminará haciéndoles más daño. —¿Intentaste hablar con él? —le pregunto a Robert. Su rostro lo dice todo. —Lo intenté, pero… Insiste en que estamos exagerando. ¿Cómo van las investigaciones? —pregunta. —Nada. No hemos encontrado nada todavía. —me lanzo al sillón con estrés. Hemos rastreado a Morgan por lo largo de Inglaterra, pero está desaparecido y nadie sabe dónde, el otro problema es el general Robinson. Su hijo estuvo medio día en cirugía, pero no logro sobrevivir, su silencio es aterrador teniendo en cuenta que culpa a Clare de la muerte de su hijo. Los próximos días empeoraron más, Clare despertó al sexto día y no tomo muy bien la noticia de Daez. No dijo nada, solo pidió que la dejarán sola, no sale de su habitación, no come y las pocas personas que entran a verla salen igual de afectados que ella. —¿Quiero hablar con ella? —le digo al guardia y este niega. Me abro paso olvidando su advertencia. —Disculpa no quise ser grosera. —le digo una vez dentro. —¿Puedo hablar contigo? Me señala la orilla de su cama para que tome asiento. Está vestida con un suéter de lana tres veces más grande que ella y mantiene los pies cubiertos por medias bucaneras, el cabello lo mantiene suelto y su rostro parece agotado, no hay signos de que esté llorando, pero sí tiene rostro de estar trasnochada. —Sé que no quieres hablar con nadie. —me mira con los mismos ojos grises que su tío. —Clare, no puedes quedarte aquí sintiendo lástima por ti misma. Esto es una jodida mierda, pero debes levantarte. —No siento lástima por mí. —me aclara. —Siento lástima por todas las personas que me rodean. —se le quiebra la voz. —Crees que eres la culpable, pero Daez siempre ha tenido enemigos y Eliot es uno, en esa interminable lista. —No veo que él haya roto lazos con nadie más que no sea conmigo. —me dice. —Sabes muy bien por qué lo hizo, Eliot lo odia y té… Te quiere ver sufrir y lo está consiguiendo. —No lo entiendes. ¿Juzgas que quiero esto? Sentirme como me siento. No lo quiero, quiero reírme y buscar una solución, pero pídele a mi cuerpo, que se levante de esta depresión a ver si te responde. Se gira dejándome con la palabra en la boca, se pone los audífonos y se enrolla en las sábanas. No sé qué decir, o que hacer para que se sienta mejor. Trago saliva reteniendo la preocupación que he dejado acumular, tomo el plumón con tinta y escribo sobre las hojas que están sobre su escritorio. La llamo alzando la hoja para que lea mi verdad, eso que he ocultado a todos. Abre y cierra la boca sin saber qué decir. —Estas… Estás… —¡Estoy embarazada! —le confirmo. No dice nada, solo deja soltar una sonrisa en medio de la angustiante depresión. La angustia me toma y es que estoy tan asustada que cada vez que recuerdo mi condición me golpea el pecho como un martillo. —Mierda Clare, estoy asustada, ¡De acuerdo!muy asustada, yo jamás pensé en tener hijos y mira como estamos, no es momento para estar embarazada y si lo pierdo, si lo arruino, no quiero aferrarme a este niño y luego perderlo y Marcus. —respiro cuando el cúmulo de emociones me ahogan. —Marcus dijo que no quería hijos y yo no sé cómo decirle, por qué… Me callo cuando se abalanza sobre mí abrazándome mientras derrama lágrimas y carcajadas de felicidad. —Mierda, es verdad, no es un buen momento. —dice. —Y serías muy tonta si no estuvieras aterrada, yo tengo miedo. Pero Marcus… Marcus aceptaría cualquier cosa que provenga de ti. —me dice alivianando un poco la carga. —Marcus te ama, siempre lo hizo, y su temor por no querer tener hijos es más un trauma del pasado, pero estoy seguro de que estará feliz. Limpia mis lágrimas y no sé en qué momento terminé yo llorando, se supone que yo debería haberla ayudado. —Lo siento, vine aquí a darte fuerzas y termino llorando. —Enfatizo. —Lo lograste. Lograste darme un momento feliz. —se ríe sin ganas. —No es su culpa, Clare, puedo intentar explicar todo lo que significas para él y con todo y eso no terminaría de explicar. —Lo sé. —afirma. —Pero… No creo que eso importe ahora. No estoy de acuerdo, ahora más que nunca ella necesita tener fe en algo, las cosas no están bien. Ambos se encierran en su propia burbuja evitando que los problemas los dañen y eso terminará matándolos. Daez no quiere aceptar que está mal y Clare no quiere salir e intentar convencerlo de que algo está mal. Si siguen así, tarde o temprano, ambos olvidarán lo importantes que son para cada uno. Ahora mismo Clare, ya no es su eje y Daez ya no es su gravedad y si no hay nada que los mantenga unidos, tarde o temprano se alejaran para orbitar a otro lado. CONTINUARÁ…
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD