—Puedes dormir en esta cama—me señaló una cama cercana a una ventana, por la cual entraba la luz de un anuncio pegado en el muro del edificio a manera de atraer la atención de algún cliente afortunado en busca de atención femenina— quisiera que no estuviera cerca de la ventana, pero es la mejor que hay, es cómoda y los resortes no se salen. A simple vista me pareció una cama común y corriente, no había mucha diferencia de la cama qué tenía en casa, pero quería pensar que al menos, mientras encontraba la ubicación de mis padres, tendría algo decente y cómodo para dormir. Pensé en lo que mi madre diría de esa situación, quizás no era un sitio decente. —Está bien—le dije conforme con lo que me ofrecía, no esperaba mucho, de hecho, esa noche tenía planeado dormir en el parque cerca de los gr