Adam entró en el primer bar que encontró abierto, el pidió una botella de whisky, él estaba sentado en un mesa en la esquina del bar, sentía su corazón roto, Emily se lo había roto un sin fin de veces. Cada vez que ella se echaba un nuevo novio, cada vez que la veía sufrir al terminar con ellos, el día en el que se había casado, él pensó que no volvería a sentir un dolor tan grande como ese, pero se equivocó, en ese momento se sentía mil veces peor. Emily estaba embarazada, iba a tener la familia que siempre había querido con quién sabe quién, Adam siguió bebiendo hasta emborracharse, después pagó un taxi y se fue a su casa, aún cuando estaba ebrio seguía recordando el rostro de decepción de Emily, Adam siempre mantenía la calma frente a ella, pero ese día no había podido hacerlo. Al fi