Cuando llegó la graduación de la universidad estatal en el tiempo que Guillermo, Darío, Carolina y Úrsula estaban allí, ya la última de los mencionados había hecho la suya pues su carrera era más corta que la de los otros tres. Pero para la investidura del otoño de hacía unos veinti tantos años, ya la profesora de nivel escolar básico estaba embarazada a punto de tener su primer hijo, mas para ella era muy necesario estar con su esposo para acompañarlo en aquel momento tan especial de su vida, que era recibirse de abogado.
Darío Rodríguez Vélez estaba juntándose a su familia,, además de sus suegros y ahora su esposa después que tuvo su título en la mano, luego la señora suya decidió dar a luz ahí mismo, por lo que salieron a la maternidad más cercana para ello, topándose con Guillermo y
