El trago amargo de la semana anterior mientras estaban en la discoteca había bajado la intensidad. Los muchachos estaban con la mente en otra parte y era que su viaje a la Región Sur se había concretado, los planes, pues ellos estaban lamentando que por culpa de Vladimir no podrían andar a cuantas partes quisieran, pero el tiempo era demasiado breve para poder hacer el senderismo que ellos anhelaban, por lo que sólo se limitaron a visitar la provincia de Barahona y caer allá al Polo Magnético y el balneario Los Patos, y a Pedernales para Bahía de las Águilas. Tuvieron que obviar las Caritas de los Indios, el Lago Enriquillo, las aguas azufradas... — ¿Podrías callarte, Vanessa? Eta barsa de etúpido pudieron dejá botao a Vladimir, ¡Pero nooooo! ¡Había que llevalo! El coro no puede andá inco