La cena estaba un poco aburrida para los que acompañaban a Gilberto y Coral, como parte de los anfitriones, apenas eran las nueve de la noche y ya querían irse, todos sine qua non, sobre todo Zuleika que tenía molestias propias del embarazo. Sin embargo, la noche comenzó a ponerse, podría decirse, interesante, cuando Vladimir salió por un momento al baño, y cuando regresaba de aquel lugar, se le arrimó una dama a la cual él hubiera preferido evitar desde la primera vez que la vio allí. — Vladimir Emilio Rodríguez Acevedo. — Keisy Marina Acosta Pelaez. — Te ve bien tú. — Defeto de fábrica. — Muy agentao y relambío, como siempre. — Eso también e' palte del paquete... Ecúsame, yo no tengo tiempo pa ta hablando pluma e burro contigo, así que o me dice lo que sea que me va decí, o te pon