Habría pasado varios días de la vez que los abogados de Guillermo Villalona se acercaran para hacerle alguna propuesta indecorosa de negocios al equipo Medrano, tanto Ricardo Germosén como Manuel Berigüete tenían la esperanza de que aquellos tres fueras lo suficientemente ambiciosos como para dejarse comprar, pero se les salió el tiro por la culata. No obstante, al ellos recibir la respuesta que no esperaban por parte de Ariel, Sulermy y Vladimir, decidieron hacerle una advertencia puesto que ellos no estaban dispuestos a perder en ninguna de las demandas, además no tenían como hacerles frentes a ningunas de aquellas situaciones. Los muchachos estaban durmiéndose en sus laureles, la amenaza al parecer no se había consumado, por lo tanto cada quien estaba inmerso en su propia vida. El sic