El apasionado beso entre ellos no era suficiente para calmar el fuego que había entre ellos dos, el vestido de boda de Gianna inmediatamente cayo en al suelo al igual que el saco de Víctor, este la cargo estilo princesa hasta la habitación donde compartiría por las próximas semanas en su luna de miel en Hawái. Gianna acarició la mejilla de su ya esposo con cariño, Víctor gimió de gusto al sentí aquel metal acariciar su mejilla, este tomo su mano y beso su anillo sonrojando a Gianna. — Desde ahora en adelante serás la señora Ivanov, mi esposa para siempre hasta que la muerte nos separe. Gianna beso sus labios y sonrío. — Juntos por siempre. — Sonrió. Nueve horas atrás. Después de aquella romántica propuesta donde aún no había salido de su estupor al ver que estaba ahí aun le parecía un